Cuando parecía que la economía española había tocado techo y que el único debate era si el parón sería brusco y suave, el Instituto Nacional de Estadística (INE) sorprendió ayer con el dato de que el producto interior bruto (PIB) creció el 4,1% en el primer trimestre. Esta tasa es una décima superior a la de los dos trimestres anteriores, la más alta desde mediados del 2001 y un punto superior al crecimiento desacelerado de la Unión Monetaria. Es también una décima más elevada de lo que habían avanzado el propio INE y el Banco de España.

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, dijo que los datos preliminares sobre el segundo trimestre del año apuntan que el ritmo acelerado se mantiene. Por todo ello, el Gobierno calificó el dato de "muy positivo" --en expresión de Economía-- y de "excelente", según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La Moncloa elevó ayer la previsión de crecimiento para el 2007 desde el 3,4% que figura en el Programa de Estabilidad, hasta el 3,8%, tan solo una décima por debajo de la tasa del año pasado. La previsión del Gobierno está en línea con la del Banco de España (del 3,7%) que, sin embargo, augura una fuerte desaceleración en el 2008 (hasta el 3,1%).

555.000 EMPLEOS La mayoría de los agentes sociales coincidieron en la valoración positiva del crecimiento, que ha ido acompañada de un avance del 3% en la creación de empleo y de una ligera mejora de la productividad. En doce meses se han creado 555.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.

El crecimiento del primer trimestre del año presenta un perfil más equilibrado. El consumo de las familias se desacelera dos décimas (hasta el 3,5%), al tiempo que el sector exterior reduce tres décimas su aportación negativa (hasta 0,7 puntos). La recuperación alemana es crucial para las exportaciones de España.

La inversión en bienes de equipo crece a una sorprendente tasa del 12,1%, la más elevada desde 1999, y la dirigida a la construcción modera su ritmo de avance, hasta el 5,6%. La industria pasa a ser la rama productiva líder en crecimiento con una tasa que supera a la de la construcción por primera vez desde 1998, en un contexto de pérdida de empleo (la industria ha perdido 51.000 puestos en el primer trimestre). Todo ello en un marco de desaceleración de los precios (el deflactor del PIB baja al 3,3%) y los costes laborales unitarios.

Desde el punto de vista del crecimiento equilibrado, el punto negro de la parrilla de datos del INE es el avance del gasto público que, en un periodo preelectoral, se ha ido acelerando desde el 4,2% del tercer trimestre del 2006 al 5,2%.

Las Cámaras de Comercio prevén una moderación paulatina de la actividad en lo que resta de año. No obstante, advierten de riesgos ligados a la apreciación del euro, la pérdida de competitividad derivada del persistente diferencial de precios y la baja productividad.

UGT opinó que para incrementar la productividad es preciso que "los empresarios reinviertan parte de los beneficios en sus procesos productivos, elevando las inversiones en capital humano". Por su parte, para CCOO siguen existiendo "desequilibrios demasiado importantes", como el "desmesurado" peso de la construcción.