El dinamismo de la actividad económica se mantuvo en el segundo trimestre del año, si bien algunas variables reflejan signos de "ligera moderación" y una "recomposición" del crecimiento. Así interpreta el Ministerio de Economía la información que llega de los últimos indicadores económicos, tal como figura en el informe mensual difundido ayer. Desde finales del año pasado, el producto interior bruto (PIB) crece en el entorno del 4%.

Para la Secretaría de Estado de Economía, que encabeza David Vegara, datos como el consumo de energía eléctrica, las ventas en grandes empresas, el indicador de clima económico y el indicador sintético de actividad ponen de manifiesto "la favorable evolución de la actividad productiva", que continúa impulsada por la demanda interna. A la vez, "se observa un mayor reequilibrio en la composición del crecimiento" que, en la demanda, se concreta en la moderación del consumo privado y, en la oferta, en un menor impulso de la construcción.

Según Economía, la información disponible relativa al sector de la construcción "permite observar las primeras señales de desaceleración por el lado de la oferta". El menor consumo de cemento, el retroceso del indicador de confianza del sector o la ralentización en las afiliaciones a la Seguridad Social llevan a esta conclusión.

También influyen los visados de dirección de obra residencial. No obstante, la fortaleza de la licitación oficial "debería impulsar la actividad no residencial en el ejercicio", según Economía. El ministerio destaca además la favorable evolución de la inversión en bienes de equipo y las perspectivas de un mayor crecimiento de Europa.