El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de China, la segunda economía mundial, se desaceleró en el tercer trimestre del año al 6%, lo que supone el menor ritmo de expansión del gigante asiático desde 1992 y una décima por debajo de la previsión del 6,1% del consenso del mercado en medio de la guerra comercial que mantiene con eeuu, según la Oficina Nacional de Estadística de China.

«Debemos ser conscientes de que, dadas las condiciones económicas complicadas y severas tanto en el país como en el extranjero, la desaceleración del crecimiento económico mundial y el aumento de la inestabilidad e incertidumbre externas, la economía está bajo una creciente presión a la baja», advirtió la oficina estadística china.

En el segundo trimestre, la China creció a un ritmo del 6,2% y del 6,4% en los tres primeros meses del 2019. De este modo, en los nueve primeros meses del 2019, el PIB alcanzó los 69,78 billones de yuanes (8,85 billones de euros). El Gobierno chino maneja una previsión de crecimiento de entre el 6% y el 6,5% para el 2019, inferior al objetivo del 6,5% para el año pasado. Entre enero y septiembre, el sector primario creció el 2,9% y alcanzó los 4,3 billones de yuanes (545.951 millones de euros), mientras la industria se expandió el 5,6%, hasta 27,78 billones de yuanes (3,5 billones de euros) y los servicios llegaron a los 37,69 billones de yuanes (4,78 billones de euros), un 7% más.

Por otro lado, la oficina de estadística informó de que las ventas minoristas sumaron 29,66 billones de yuanes (3,76 billones de euros) en los tres primeros trimestres del 2019, un crecimiento anual del 8,2%, incluyendo un incremento del 16,8% de las ventas on line.

«La economía de China está lidiando con vientos en contra tanto externos como internos», dijo Frederic Neumann, codirector de investigación de economía asiática en HSBC en Hong Kong a la agencia de noticias Bloomberg. «Las exportaciones comenzaron a contraerse en medio de una demanda mundial tambaleante y el aumento de los aranceles en los Estados Unidos. A pesar de cierta estabilización, la demanda general continúa suavizándose, lo que refleja condiciones de crédito todavía ajustadas», agregó.