La economía española elevó en el tercer trimestre del año su tasa de crecimiento interanual en una décima, al registrar un aumento del producto interior bruto (PIB) del 2,4%. La subida se apoyó en el tirón de la construcción y en la mejora del consumo familiar, alentada por las altas temperaturas que se registraron en verano. Ambos factores compensaron el brusco parón sufrido por las exportaciones.

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Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el mayor ritmo de crecimiento del PIB se debe a la mejora en tres décimas de la aportación de la demanda interna, cuya tasa interanual aumentó el 3,5%. En cambio, la demanda externa empeoró al sufrir un descenso del 1,1%, frente a la bajada interanual del 0,9% registrada el trimestre anterior. La culpa la tuvo la "notable desaceleración" de las exportaciones, que frenaron su avance del 8% hasta el 2,5%.

CLIMA VERANIEGO La demanda interna se vio impulsada por el consumo de los hogares, que elevó su crecimiento interanual en dos décimas hasta alcanzar el 3,2%. El tirón obedeció al "especial" clima del pasado verano, ya que provocó un incremento "notable" del gasto en energía para el aire acondicionado, agua embotellada, refrescos y helados.

En cuanto a la formación bruta de capital fijo, su ritmo de crecimiento bajó tres décimas (hasta el 3,1%) por la "notable pérdida de impulso" de los bienes de equipo, cuyo aumento pasó del 3,1% del trimestre anterior al 1,5%. Este retroceso fue compensado, en parte, por la inversión en construcción, que incrementó en una décima su crecimiento hasta el 3,9%.

DIFERENCIAL CON LA UE El vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, calificó ayer de "positivo en sí mismo" el crecimiento del tercer trimestre, ya que supera "en dos puntos" porcentuales la media registrada en la eurozona, cercana al 0,3%. Rato recordó que se ha llegado al 2,4% después de registrarse "un 2,2% en el primer trimestre y un 2,3% en el segundo", lo que supone "un ritmo acelerado".

El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, destacó el aumento del empleo, que alcanzó el 1,9% respecto a septiembre del 2002, con 293.000 nuevos puestos de trabajo a tiempo completo. También dio por hecho que se alcanzará a final de año la tasa de crecimiento del 2,3% prevista, después de crecer el 0,7% en el tercer trimestre respecto al anterior. Por su parte, el portavoz económico del PSOE, Jordi Sevilla, denunció que el crecimiento es "desequilibrado" porque se basa "en el endeudamiento de las familias y en la construcción".