La economía española se volvió a acelerar en el segundo trimestre, afianzando así el crecimiento ininterrumpido que se inició a principios del 2004. El producto interior bruto (PIB) creció el 3,4% respecto al mismo periodo del año anterior, una décima más que en el primer trimestre, según el indicador adelantado de la Contabilidad Nacional que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística (INE). Respecto al primer trimestre, el avance fue del 0,9%.

La tasa interanual del 3,4% muestra "un perfil suavemente acelerado" de crecimiento de la economía española --según el INE-- fruto de una demanda interna que permanece estable y de una aportación "ligeramente menos negativa" de la demanda externa. En el primer trimestre, la demanda interna (consumo e inversión) había crecido el 5,8%, mientras que el sector exterior había restado 2,5 puntos.

PREOCUPACION DE SOLBES El dato adelantado ayer por el INE coloca al alcance de la mano el nuevo objetivo de crecimiento económico del 3,3% que se ha marcado el Gobierno para el conjunto del año, después de elevar en cuatro décimas su estimación inicial. La principal incógnita reside en el encarecimiento del petróleo. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, ha manifestado preocupación por su impacto sobre el déficit exterior y el crecimiento económico.

El portavoz de Economía del PP en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, destacó ayer la existencia de desequilibrios que hacen peligrar la estabilidad del crecimiento económico, tales como la inflación, el déficit exterior y la baja productividad.

El dato de Contabilidad Nacional adelantado ayer por el INE vuelve a subrayar la amplia brecha existente entre el crecimiento español (3,4%) y el de la zona euro que, según avanzó ayer la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, fue del 1,2% en el segundo trimestre del año.

Italia ha conseguido salir de la recesión tras registrar un crecimiento intertrimestral del 0,7% en el segundo periodo del año. En cambio, Alemania cayó en el crecimiento cero en el segundo trimestre del año respecto al primero, en el que logró un 0,8%.

Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) insistió ayer en que el elevado precio del petróleo es el principal riesgo a la baja para el crecimiento y al alza para la estabilidad de precios a medio plazo del área euro.

La última encuesta realizada por el BCE con economistas revisa a la baja las expectativas de crecimiento de la zona euro para el 2005 y el 2006, entre otras razones, por el encarecimiento del crudo. Los expertos apuestan por un crecimiento del 1,4% en el 2005, dos décimas por debajo de los cálculos anteriores.