La economía española creció entre junio y septiembre un 0,4 %, lo que supone mantener el ritmo de crecimiento del segundo trimestre, el más bajo de los últimos tres años, de acuerdo con el avance de contabilidad nacional publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El crecimiento económico durante el verano ha estado sostenido por el consumo de los hogares y por la inversión empresarial, mientras que la inversión en vivienda y construcción se ha desplomado, y las exportaciones han caído en un contexto de deterioro del comercio mundial.

De esta forma, la demanda interna (consumo e inversión) aportó 1,2 puntos al crecimiento trimestral, mientras que la demanda exterior (exportaciones e importaciones) restó 0,8 puntos.