El crecimiento económico en la zona euro se frenó en el segundo trimestre del año, a causa del retroceso de la inversión y de la desaceleración de la actividad en Alemania, Francia e Italia, los principales países de la unión monetaria. El producto interior bruto (PIB) de la zona euro creció el 0,3% en el segundo trimestre del año respecto al trimestre precedente, frente al 0,7% registrado en los tres primeros meses del año, lo que redujo a menos de la mitad la tasa de crecimiento trimestral, según anunció ayer Eurostat.

Este frenazo, sumado a la contención de la inflación al 1,8% en agosto y a las incertidumbres de los mercados financieros por la crisis de las hipotecas de EEUU, podría contribuir a que el Banco Central Europeo (BCE) se abstenga mañana jueves de modificar los tipos de interés, actualmente situados en el 4%.

La tasa de crecimiento económico anual de la zona euro se redujo en el segundo trimestre al 2,5%, 0,7 puntos menos que en los tres primeros meses del año. El crecimiento anual en la UE también bajó al 2,8%, 0,5 puntos menos que en el primer trimestre del año.

TASA ELEVADA España, con el 4% anual y el 0,9% trimestral, mantuvo en el segundo trimestre las tasas más altas de crecimiento entre las principales economías de la zona euro y del conjunto de la UE.

El freno al crecimiento europeo se debe fundamentalmente al retroceso trimestral del -0,2% de las inversiones en la zona euro, tras las fuertes alzas de los seis meses precedentes. El aumento del consumo privado (0,5%) y de las exportaciones (1,1%) fue insuficiente para compensar el retroceso de la inversión.