Del negro al blanco sin solución de continuidad. Del pesimismo al optimismo. Los expertos y servicios de estudios ven el futuro con mejores perspectivas, como adelantaba este mismo diario hace una semana. «Crecemos, no se puede hablar de recesión», afirmaba por ejemplo el presidente de la pequeña y mediana empresa Pimec, Josep González al hacer balance del 2019 con un mensaje positivo para alejar cualquier tentación de caer en los malos augurios en una economía como la española, que crece en torno al 2%.

Y los datos le dan la razón al constatarse que la desaceleración, que se había agudizado hasta ahora, se empieza a moderar, según los indicadores disponibles a lo largo del cuarto trimestre. En todo caso, «las pautas de crecimiento han cambiado, de un modelo bipolar de euforia y depresión, con grandes subidas y posteriores caídas, hemos pasado a un crecimiento a tasas más bajas pero más sostenido», explica el catedrático de Economía y presidente de la Fundación Círculo de Economía Antón Costas.

Una de las características y riesgos de la situación actual es una mayor volatilidad, con un presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que con un tuit puede disparar o hacer desplomar a las bolsas. Es lo que afirma el catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra Guillem López Casasnovas. «Cualquier variable pone en peligro la situación», afirma.

EL DISCURSO DE LAGARDE / Pero la balanza se está decantando hoy del lado positivo, en especial después de que EEUU y China hayan firmado un armisticio en su guerra comercial, aunque sea temporal. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Chistine Lagarde, se estrenó esta semana con un discurso optimista al asegurar que veía datos de «estabilización».

Pero es que además, explica Costas, el comercio internacional pierde peso y lo gana la demanda interna de los grandes bloques o áreas económicas.

Las últimas estimaciones del Bundesbank, el banco central alemán, van en esta línea, al afirmar que se ha superado la fase de debilidad protagonizada por una especie de recesión localizada en la industria del automóvil.

José Luis Escrivá, presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), no se extraña por los cambios de previsiones de los organismos internacionales, que suelen «sobrereaccionar». Y recuerda que el organismo que preside no ha variado sus previsiones para España desde marzo. Ni siquiera cuando la ministra de Economía, Nadia Calviño, anunció que elevaría las suyas, algo que, arrastrada por una corriente pesimista, no acabó haciendo.

PODER ADQUISITIVO / Lo cierto es que «las políticas que se utilizan estaban diseñadas contra la inflación y esta casi ha desaparecido por mucho tiempo. Y lo mismo pasa con los tipos de interés», situados en la actualidad en el 0%.

Y en este contexto, los salarios están ganando poder adquisitivo en España, con una alza en los convenios firmados del 2,31% hasta el mes de noviembre frente a una tasa de inflación del 0,4% , al nivel del 2011 (cuando la inflación era del 2,40%), lo que invita a un mayor consumo.