Austeridad presupuestaria, contención salarial y evitar medidas que fomenten la demanda. Esta es la receta contra la crisis que ofreció ayer al Gobierno la cumbre de economistas reunida en el palacio de La Moncloa. La docena larga de expertos convocados por la Oficina Económica del Presidente advirtieron de que España se enfrenta a un "ajuste muy brusco, la crisis más compleja desde la del petróleo de 1979", según confirmaron varios de los convocados.

La reunión --presidida por Javier Vallés, responsable de los asesores económicos del presidente, y Angel Torres, secretario general de Política Económica y Economía Internacional-- se inició con una exposición de los muy negativos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y del nuevo cuadro macroeconómico, que incluye, en opinión de uno de los economistas, una previsión de déficit "demasiado optimista".

El director de estudios de Repsol, Pedro Antonio Merino, hizo una presentación sobre la situación del petróleo y apuntó que el barril rondará los 140 dólares durante un periodo largo, con el consiguiente impacto sobre la inflación y el déficit exterior. Los representantes de las entidades bancarias alertaron de que la calificación crediticia de España se está deteriorando, lo que encarecerá aún más su financiación.

CITA HABITUAL Tanto la Moncloa como varios expertos restaron relevancia al encuentro. Se trata, explicaron, de unas reuniones que se iniciaron en época de Felipe González. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, las recuperó en la anterior legislatura desde la Oficina Económica y las hacía cada seis meses.

La reunión de ayer, con todo, presentó algunas novedades: se ha ampliado el número de convocados y tuvo lugar en la Moncloa (la última se realizó en La Caixa). "Empezamos a las doce y terminamos cerca de las tres: ha sido muy interesante y muy intensa", reconoció un experto.