Hace unas semanas se cumplía el primer aniversario de la mayor catástrofe que se recuerda en Wall Street desde el crack de 1929, un terremoto financiero del que todavía se está recuperando la economía. Aunque no parecía que las cosas hubieran cambiado mucho, seguro que ahora no deben estar pensando lo mismo algunos de los altos ejecutivos que próximamente notarán un fuerte tijeretazo en sus sueldos.

Esta es la contundente respuesta que ha dado la Casa Blanca ante los "excesos" de algunas de las grandes empresas que tuvieron que ser rescatadas por el Gobierno y recibieron más de 165.000 millones de euros procedentes del plan de salvamento de la banca (TARP, por sus siglas en inglés), así como otras decenas de miles de millones más en préstamos y ayudas que todavía no han devuelto.

El autor de la propuesta es el llamado zar de los salarios, Kenneth Feinberg, designado por el presidente Barack Obama en junio pasado para revisar con lupa y negociar los sueldos de centenares de ejecutivos de siete firmas: la aseguradora AIG, Citigroup, Bank of America, General Motors, su brazo financiero GMCA, Chrysler y su división financiera Chrysler Financial.

LOS AFECTADOS Ayer se supo que Feinberg ha aprobado sueldos por encima del millón de dólares (662.000 euros) solo para seis altos ejecutivos, y de entre 331.000 y 662.000 euros para otra media docena. El Departamento del Tesoro, que dirige Tim Geithner, confirmó ayer la medida y ahora, poco a poco, empiezan a conocerse los nombres de algunos de los más afectados. Es el caso de Vikram Pandit, consejero delegado de Citigroup, cuyo paquete salarial el año pasado ascendía a 25,30 millones de euros, de los cuales 662.000 correspondían a su sueldo en efectivo y el resto a acciones de la compañía y opciones sobre estas. Se desconoce cuánto ganará, pero de media se calcula que 25 ejecutivos verán recortado en un 50% su salario.

EXCEPCION EN AIG No ocurrirá lo mismo con el nuevo consejero delegado de AIG, Robert Benmosche, quien negoció 4,6 millones de euros al año complementados con otros dos millones más en función de los resultados. Su salario cuenta con el visto bueno de Feinberg. Ade- más, la aseguradora ha convencido al zar de los salarios para que autorice elevadas compensaciones a otros tres ejecutivos, alegando que son vitales para la marcha de la empresa. Eso, aducen, les permitirá devolver antes el dinero de los contribuyentes.

En el Bank of America, hace unos días se supo que Ken Lewis aceptó no cobrar su sueldo de este año a propuesta de Feinberg, pero se llevará 46 millones de euros cuando abandone el banco el 31 de diciembre.

The Washington Post reveló ayer que muchos de los ejecutivos de esas empresas han ido abandonando sus cargos a lo largo del verano y otros, como Ken Lewis, lo harán antes de acabar el año. "Algunos se van ante la incertidumbre de si podremos pagarles", reconocía una de las firmas. "Ahí afuera hay un mercado muy competitivo".