Las autoridades estadounidenses han dado su visto bueno a la alianza de las aerolíneas American Airlines, British Airways e Iberia para explotar conjuntamente las rutas entre Europa y América del Norte. En un comunicado difundido ayer, American Airlines informó de que ha recibido el aprobado provisional a esa iniciativa del Departamento de Transporte de EEUU --la máxima autoridad estadounidense en esa materia--, lo que supone que ese país no pone objeciones en materia de competencia, y les concede la inmunidad antimonopolio.

"La aprobación provisional por parte del Departamento de Transporte es un paso importante en el proceso de permitir a los miembros de la alianza OneWorld --American Airlines, British Airways e Iberia-- cooperar y competir más efectivamente con otras uniones del mismo tipo, como Star Alliance y SkyTeam", asegura la nota oficial difundida por la aerolínea estadounidense.

CASI DOS AÑOS DE ESPERA Las tres empresas anunciaron en agosto del 2008 su intención de formar una empresa mixta que operaría rutas aéreas entre Europa y América del Norte. Si bien las tres aerolíneas mantendrán su independencia jurídica, la alianza permitirá a los consumidores tener acceso a rutas más amplias y con más horarios, según dijeron entonces.

Para recibir el visto bueno al acuerdo, el ministerio estadounidense estableció que American y British deben dejar a sus competidores cuatro sectores, para aterrizajes y despegues, en el aeropuerto londinense de Heathrow, que constituye la escala de más tráfico de Europa. En los vuelos entre EEUU y la Unión Europea (UE), Star Alliance, que incluye a las compañías Lufthansa, United Airlines y Singapur Airlines, tiene un 35% del mercado, mientras SkyTeam (formada por las aerolíneas Air France/KLM, Delta y Northwest) controla el 28%.

Con su nueva empresa conjunta, BA, Iberia y AA podrán crear una red combinada de servicios aéreos que permitirá a sus usuarios volar a 443 destinos situados en 106 países con más de 6.200 vuelos en total.

EN PLENA FUSION La autorización de la autoridad de transporte aéreo estadounidense es decisiva, ya que se produce en medio del proceso de fusión que tienen en marcha la compañía española y la británica. El vínculo entre ambas es tal que la pasada semana la agencia de calificación de solvencia Standard & Poor´s rebajó la nota que aplica a British por el deterioro de sus cuentas y su enorme déficit en las pensiones de sus empleados y eso provocó una fuerte caída de las acciones de Iberia en bolsa.