Por segunda vez en nueve días, y en otra señal de una agresiva intervención para luchar contra la amenaza de recesión, la Reserva Federal (Fed) de EEUU bajó ayer los tipos de interés. El recorte de 50 puntos básicos se suma al de la semana pasada de 0,75 puntos y deja los tipos en el 3%, el nivel más bajo desde el 2005. La reacción inmediata de Wall Street fue positiva y minutos después del anuncio el Dow Jones subía más 100 puntos.

En su argumentación de la decisión, que supone la quinta rebaja desde que empezaron los recortes para luchar contra los devastadores efectos desatados desde el verano por la crisis del sector hipotecario, la Fed reconoció que "los mercados financieros siguen bajo considerable estrés" y señaló también los crecientes problemas en el sector de la vivienda y en el mercado laboral.

Asimismo, en su comunicado, la Fed se mostró esperanzada en que se modere la inflación, aunque reconocía la inestabilidad de la actual situación. Y, en lo que los analistas interpretan como una buena señal, no cerró la puerta a futuras intervenciones. Es cierto que, con la redacción del texto, parecía mostrar confianza en que no serán necesarios más recortes, pero tampoco los rechazó, reconociendo que persisten los riesgos que amenazan el crecimiento.

Con la decisión americana, la presión monetaria cruzará el Atlántico. El diferencial de tipos de interés entre EEUU (3%) y la UE (4%) puede obligar al Banco Central Europeo a decantarse por idéntica medida para frenar la cotización del euro.

DATOS PREMONITORIOS El último recorte llegó horas después de que el Departamento de Comercio divulgara datos del producto interior bruto, por debajo de lo que esperaban los expertos. La economía estadounidense creció en el último trimestre del 2007 un 0,6%, ralentizada por la contención del consumo y el hundimiento de la construcción de vivienda, y muy por debajo del 4,9% del trimestre anterior. El ritmo de crecimiento de todo el 2007 fue del 2,2%, por debajo del 2,9% del 2006 y el más débil de los últimos cinco años, aunque lejos de la recesión.

Además, el recorte llega mientras el Congreso de EEUU se apresura a intentar dar luz verde a un paquete de medidas de estímulo económico de 150.000 millones de dólares con el que se intenta incentivar el gasto de los consumidores. Solo uno de los nueve miembros del Comité del Mercado Abierto de la Fed que establece los tipos, Richard Fisher, votó ayer contra el recorte. El presidente del banco regional de la Reserva Federal en Dallas argumentó que los tipos deberían haber permanecido inalterados tras los últimos recortes.

La unanimidad que solía dominar las votaciones de la Fed mientras su presidente era Alan Greenspan, sobre todo en situaciones de crisis, ha desaparecido con Ben Bernanke, que el viernes cumplió dos años en el cargo y ha encontrado algún voto en contra al menos en sus tres últimas reuniones. Su opinión, además, deja entrever que la rápida actuación de la semana pasada para bajar los tipos ante la abrupta reacción de las bolsas no parece del agrado de todos los miembros de la Fed.