Pasito a pasito, el Gobierno de EEUU sigue aumentando la participación pública en los principales bancos del país en un proceso que reabre nuevamente el debate de si el Estado se prepara para una nacionalización de la banca. La última entidad en ser socorrida con fondos públicos ha sido Bank of America, el principal banco del país en activos, que ha recibido 20.000 millones de dólares (15.000 millones de euros) en una segunda ronda de intervención pública. En la primera, el Estado invirtió casi 19.000 millones de euros en la entidad.

Según el acuerdo, el Estado recibirá un paquete de acciones preferentes del banco, convirtiéndose, con el 6%, en el principal accionista de la entidad. Además, las instituciones públicas ofrecen garantías de hasta 90.000 millones de euros de activos tóxicos de Bank of America.

Todo ello a causa de los problemas que ha tenido el banco (que hasta el pasado diciembre era considerada una entidad sana) para absorber las pérdidas de Merrill Lynch, banco que compró bajo los auspicios de la Administración Bush. Aún así, sin contar las pérdidas de Merrill Lynch, Bank of America sufrió en el último trimestre del 2008 pérdidas por valor de unos 1.300 millones de euros, según datos que se hicieron públicos ayer.

PERDIDAS DE CITIGROUP La millonaria inyección de fondos públicos convierte a Bank of America en el segundo banco que se beneficia de dos rondas de ayudas públicas, tras Citigroup. Esta entidad también hizo públicos ayer sus resultados económicos del último trimestre del 2008, que arrojan unas pérdidas de 6.257 millones de euros.

En los últimos 15 meses, Citigroup ha perdido 21.500 millones de euros, dejando a la entidad en una situación desesperada. Por este motivo, la entidad confirmó ayer que planea dividirse en dos: una parte dedicada a la banca comercial y otra a la gestión bursátil y las finanzas.