El Gobierno de Estados Unidos prevé un crecimiento espectacular de sus números rojos, pues ayer proyectó un déficit presupuestario que alcanzará los 455.000 millones de dólares (una cifra equivalente a 67,2 billones de pesetas) en el presente año fiscal, y seguirá creciendo el próximo, un grave peligro para Bush, que se presentará a la reelección en 2004. La Casa Blanca trató de poner la mejor cara a estas cifras, y su portavoz aseguró que eran "manejables".

Las justificó como consecuencia de los costos de seguridad que han sido necesario afrontar tras el 11-S y las guerras de Afganistán e Irak. Pero la oposición demócrata las achacó a los recortes de impuestos llevados a cabo por Bush y el partido republicano.