Cuando el gobernador de la Reserva Federal habla, las bolsas mundiales se paralizan, y la sesión de ayer no fue una excepción a esa norma. El pesimismo del discurso de Ben Bernanke debido al impacto en la economía de Estados Unidos de la crisis inmobiliaria se difundió rápidamente en Europa, generalizando las pérdidas en los mercados bursátiles. El principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, bajó 95,20 puntos, el 0,63%, y terminó la jornada en 15.058,60 puntos, pese a que resistió mejor que otros parquets europeos los malos presagios desde el otro lado del Atlántico.

En Europa, con el euro a 1,378 dólares, todo fueron pérdidas, que encabezó Fráncfort al bajar el 1,64%, mientras que París cayó el 1,48%; Londres, el 1,29% y Milán, el 0,83%. Aunque la bolsa española empezó la jornada con pérdidas, las operaciones empresariales anunciadas, entre las que destaca la oferta de 12.800 millones de Imperial Tobacco por Altadis, insuflaron aire positivo. Pero las advertencias de Bernanke y los malos resultados de algunas multinacionales estadounidenses impidieron que el Ibex remontara. Los inversores en España decidieron curarse en salud y recogieron los beneficios de las cuatro subidas consecutivas anteriores. La prudencia se convirtió en el sentimiento dominante al final de la sesión, sobre todo cuando empezó a repuntar el precio del barril de petróleo Brent más de un dólar hasta 76,60.

Entre los grandes valores destacó la bajada del 1,40% del Santander, después de que ABN-Amro comunicase que estudiaría la oferta de la entidad junto a Fortis y RBS, mientras que se apuntaron a las pérdidas Telefónica (0,40%); BBVA (0,92%); Iberdrola (0,48%); Repsol (1,09%) y Endesa (0,23).

Iberia, sobre la que arrecian los rumores de posibles compradores como Air France, volvió a encabezar las pérdidas del Ibex con una bajada del 3,15%, en tanto que Inmobiliaria Colonial subió el 2,50%, Cintra, el 1,58%, y Unión Fenosa, el 1,19%.