España dejó el año pasado de ser el segundo destino favorito de los turistas. EEUU, que perdió esta posición tras los atentados del 11-S, recuperó la plaza el pasado ejercicio al recibir 58,03 millones de visitantes, el 3,6% más. Por contra, España sufrió un descenso del 2,3%, hasta los 57,31 millones, según los datos publicados ayer por la Organización Mundial del Turismo (OMT).

"Las dos regiones más afectadas (por la crisis desde el punto de vista turístico) son la europea y la mediterránea, y España está en ambas", explicó ayer Taleb Rifai, secretario general en funciones de la agencia de la ONU.

El primer destino, Francia, sufrió un descenso de las entradas del 3,2%, mayor que el español, aunque mantiene su cómodo liderato, con 79,3 millones de visitantes. Todo ello en un año en que el turismo mundial creció un escaso 1,7%, hasta los 924 millones de desplazamientos.

Las cosas, además, no pintan nada bien. España sufrió un severo descenso de la llegada de turistas del 16,3% en el primer trimestre de este año, más del doble que el 7,7% que cayó el sector de forma mundial y casi el doble del 8,4% que cedió en Europa en enero y febrero. Lo peor es que el ritmo de descenso de las llegadas no para de acelerarse desde la segunda mitad del año pasado: tras los crecimientos de los dos primeros trimestres del año pasado, cayó el 5,1% en el tercero, el 9% en el cuarto, el 9,8% en enero, el 16% en febrero y el 21% en marzo. EEUU, por su parte, registró un descenso del 6% en el cuarto trimestre y del 10,3% en enero y febrero.

TERCER Y CUARTO PUESTO La tercera plaza no parece amenazada. China, cuarto destino preferido, sufrió una caída del 3,1% en el 2008, hasta los 53 millones de turistas, y comenzó este ejercicio con un descenso del 11,3%. Por su parte, Italia se mantiene en cuarta plaza, con un descenso del 2,1% el año pasado, hasta los 42,73 millones de visitantes, y del 6,5% en enero.