El brote verde más relevante y esperado, la recuperación de la primera economía del mundo, es cada vez más sólido. La Reserva Federal (Fed) confirmó ayer que, como ya había proclamado el presidente Barack Obama, la economía estadounidense da muestras de "estabilización". La palabra, lejos de estar usada al azar, buscó lanzar un mensaje de moderado optimismo a los dos años de estallar la crisis. Puede no parecer muy contundente, pero hasta ahora el término más positivo empleado por el organismo había sido "ralentización del crecimiento negativo".

El comunicado de la Fed es un oráculo donde tratan de encontrar y adelantar respuestas economistas, inversores y otros actores económicos. El mercado, sin embargo, estaba ayer convencido de que el tono y las decisiones de política monetaria serían positivas y registró subidas desde antes incluso de conocerlo.

LIMITACIONES No defraudó las expectativas. El organismo destacó las "mejoras" de las últimas semanas en las condiciones de los mercados financieros y en el gasto en vivienda, aunque admitió que este último campo sigue limitado por la pérdida de empleos, el lento crecimiento de los ingresos y las restricciones en el crédito. Matizó que las grises perspectivas de recuperación en el mercado laboral no permiten un optimismo más desatado.

La Fed estima que la inflación seguirá tenue "durante algún tiempo". Por ello, y como se esperaba --y prácticamente había anunciado en sus declaraciones más recientes su presidente, Ben Bernanke--, el comité de política monetaria del banco central estadounidense mantuvo los tipos de interés entre el 0% y el 0,25%.

Y lo que es más importante, anunció su previsión de mantenerlos a "niveles excepcionalmente bajos por un periodo prolongado" de tiempo. "Aunque la actividad económica probablemente seguirá débil durante un tiempo, el comité sigue anticipando que las acciones políticas para estabilizar los mercados e instituciones financieras, los estímulos fiscales y monetarios, y las fuerzas de mercado contribuirán a una reanudación gradual de crecimiento económico sostenible en un contexto de estabilidad de precios", alegó.

Como el mantenimiento de los tipos se daba por hecho, muchos ojos se centraban en la posibilidad de que la Fed anunciara alguna medida concreta sobre los programas extraordinarios que ha puesto en marcha durante la crisis. La Reserva Federal de Estados Unidos ha empezado a trazar un mapa con los primeros pasos para dejar atrás las medidas y evitar que provoquen una espiral inflacionista. Aunque el organismo insistió en que seguirá utilizando "todas las herramientas a su alcance", anunció que "rebajará gradualmente el ritmo" de una de esas medidas: la compra de 211.000 millones de euros en bonos del Tesoro. Esa iniciativa se diseñó para bajar los tipos a largo plazo y mejorar el funcionamiento de los mercados. La Fed lo podría dar por concluido a final de octubre.

APOYO A BERNANKE No hubo, sin embargo, ningún anuncio sobre otros de los programas emprendidos en respuesta a la crisis, más cuantiosos y con efectos más ostensibles en el mercado hipotecario, como la compra de casi 880.000 millones de euros de activos hipotecarios de Fannie Mae y Freddie Mac.

The Wall Street Journal publicó un sondeo entre economistas en el que era unánime el sentimiento de que Bernanke, cuyo mandato expira en enero, debe ser renovado. Los expertos alaban su aportación a la estabilización de los mercados y apuntan que su continuidad aumentará la confianza en la recuperación.