El año pasado se iniciaron 9.407 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas físicas, lo que supone un 27,4% más que en el 2019. Ese crecimiento interanual es el primero desde el 2014, cuando el instituto estadístico (INE) comenzó a recabar esta información a partir de las certificaciones inscritas en los registros de la propiedad. Se trata del primer paso para el desahucio, aunque no necesariamente, ya que da pie a la negociación con el prestamista, y además, el Gobierno ha prorrogado la suspensión de los desahucios hasta el 9 de mayo de este año.

Los datos del INE muestran que el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se situó en 7.367 en el 2020, cifra que es la más elevada desde 2017 y que supone un incremento del 37,4% respecto a 2019, su mayor repunte anual desde el inicio de la serie, en el 2014, según la estadística de ejecuciones hipotecarias publicada este lunes. Con este ascenso, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales rompen además con cinco años de retrocesos después de que en el 2019, 2018, 2017, 2016 y 2015 bajaran un 19%, un 39,8%, un 48,3%, un 30,3% y un 12,6%, respectivamente.

Solo en el cuarto trimestre del 2020 se registraron 3.018 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, un 67,3% más que en el trimestre anterior, y más del doble que en el cuarto trimestre del 2019. En los últimos tres meses del año, los registros inscribieron 3.760 certificaciones de ejecución hipotecaria sobre viviendas de personas físicas en total. Esto supone un crecimiento interanual del 97% o, lo que es lo mismo: con respecto al mismo trimestre de 2019, este tipo de procedimientos casi se duplicaron. Con respecto al trimestre anterior (julio-septiembre del 2020), la subida es del 63%.

Visión trimestral

El objetivo principal de esta estadística es ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad durante el trimestre de referencia. El INE recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios y señala que la crisis provocada por el Covid-19 hizo que la evolución del número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias fuera distinta en los diferentes periodos del año.

Así, durante el confinamiento, la atención diaria al público en los Registros de la Propiedad se realizó exclusivamente mediante correo electrónico o por vía telefónica, lo que causó una "disminución importante" del número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias en los registros sobre viviendas, registrándose el mayor descenso en tasa anual en el segundo trimestre (-64,3%).

Con la desescalada y la llegada de la 'nueva normalidad' se observó "una progresiva recuperación" del número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias.