El Gobierno cuenta con un incremento de la presión fiscal para cuadrar los presupuestos del 2005. Los ingresos impositivos registrarán un alza del 8,8%, 2,5 puntos más que el conjunto de la economía, cuyo crecimiento nominal --sin descontar la inflación-- será del 6,3%, según el proyecto de presupuestos generales del Estado para el 2005.

La suma de los impuestos, cotizaciones sociales y tasas alcanzarán los 215.009,65 millones de euros (35,8 billones de pesetas), con un alza del 8,8% con respecto al presupuesto inicial del 2004, según las cuentas consolidadas para el año próximo.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, aseguró ayer que en las cuentas del 2005 "no hay un incremento de impuestos", con lo que las alzas previstas se producirán por el dinamismo económico. En todo caso, al aumentar más que el producto interior bruto (PIB), la presión fiscal --el peso de los ingresos fiscales sobre el conjunto de la economía-- subirá, aunque Solbes consideró, que no se trataba de una alza significativa.

SIN EFECTOS DE LA REFORMA Los impuestos directos y cotizaciones, 167,749,68 millones, aumentarán el 9,4%. Los tributos indirectos, 43.051 millones, experimentarán un incremento del 8,1%. El impuesto sobre la renta (IRPF) registrará un crecimiento del 9,1%, hasta los 52.205 millones de euros.

Solbes atribuyó el dinamismo del IRPF al hecho de que en el 2005 "ya no se descontará la pérdida de recaudación por la última reforma del impuesto".

Ante las críticas de que las previsiones de ingresos son muy optimistas, Solbes dijo que no están inflados "en absoluto". También está previsto un crecimiento del 12,6% en la recaudación del impuesto de sociedades y la actualización del 2% de las tasas sobre el alcohol y el tabaco.

La Seguridad Social recaudará 83.220 millones de euros, con un crecimiento del 8,9% con respecto al presupuesto inicial del 2004. El Gobierno prevé que se mantenga la tendencia alcista en el número de afiliados.