El consejo de administración del BBVA aprobó ayer en una reunión celebrada en Barcelona el estatuto interno que regula los conflictos de intereses entre consejeros y sus familiares, sus incompatibilidades, las retribuciones y la edad de jubilación. Un conjunto de normas éticas que intentan evitar escándalos como el de las cuentas secretas de Jersey, dónde 22 consejeros del BBV tuvieron un fondo de pensiones, a espaldas de los de Argentaria. Los consejeros cesarán a los 70 años, el presidente a los 65 y el consejero delegado y los consejeros ejecutivos a los 62 años

LA NORMATIVA

El código establece que los consejeros "no podrán desempeñar puestos de administración en sociedades participadas" del banco, salvo "por excepción" aprobada por la comisión delegada y el consejo. Y añade inmediatamente que "la pérdida de la condición de consejero ejecutivo comportará la obligación de presentar la dimisión" en todos los cargos de esas filiales o participadas. Si esta regla hubiera existido hace un año, ni Emilio Ybarra, expresidente del banco, ni Pedro Luis Uriarte, exconsejero delegado, hubieran continuado como consejeros tras abandonar sus cargos.

Con este estatuto, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, tendrá que dimitir como vicepresidente y consejero de Telefónica y dejar Repsol. José María Maldonado, consejero y secretario del consejo, dejará Telefónica.

RECURSO A LA LEY

Los servicios jurídicos de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) presentarán recursos de inconstitucionalidad contra las leyes que restrinjan el acceso a los consejos de administración por razón de la edad. Este es el caso de la reciente ley financiera y del futuro código de sociedades mercantiles que impondría el mismo límite en las empresas cotizadas en bolsa.