Los dos principales ejecutivos de Repsol YPF en Bolivia quedaron ayer en libertad bajo fianza, tras presentarse voluntariamente a declarar ante los fiscales que promovieron su busca y captura por un presunto delito de contrabando. El español Julio Gavito, presidente de la filial boliviana de la petrolera, y su gerente de operaciones, el argentino Pedro Sánchez, tuvieron que depositar como garantía unos 40.000 euros por orden del juez. El PP pidió al Gobierno que explique si llegó a un acuerdo con el presidente de Bolivia, Evo Morales, para que los ejecutivos de Repsol no fuesen detenidos.

Gavito y Sánchez se encontraban en paradero desconocido desde el jueves, cuando los fiscales encargados del caso y una veintena de policías irrumpieron en la sede de la petrolera en Santa Cruz de la Sierra para detenerlos y llevarlos a declarar. La actuación contra los dos directivos respondía a la investigación por un supuesto contrabando de 230.400 barriles de petróleo cuya cuantía supera los 7,7 millones de euros.

GESTIONES Los dos ejecutivos decidieron presentarse voluntariamente en la fiscalía de Santa Cruz a las ocho y media de la tarde (hora local) del martes. Tras declarar, el ministerio público les comunicó que quedaban retenidos porque había una orden de detención. Nada más conocerse el arresto, el Gobierno español comenzó a realizar "gestiones muy intensas".

El PP solicitará la comparecencia del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, para que aclare si pactó con Morales la entrega de los dos directivos. El PP dice tener "información fidedigna" sobre el acuerdo.