"El otro día empecé la reunión de ventas con un paquete de pañuelos encima de la mesa, y les dije a mis comerciales: ´cinco minutos para llorar y luego empezamos. Estamos aquí para vender ilusión", recuerda el hasta hace poco director comercial de JVC, Josep Maria Albert. La anécdota resume el espíritu de las empresas de electrónica de consumo en España, que llegan tocadas a la campaña de Navidad tras unos meses de otoño muy flojos y ante una situación de crisis que prevé ralentizar el consumo en general, pero con la necesidad de atraer a los consumidores y elevar las ventas de este año tras un 2007 que fue muy bueno.

En el panorama general, tan solo los móviles y los videojuegos son optimistas y, aunque notan el temporal, se sienten más preparados para capearlo por las novedades tecnológicas de los primeros, que impulsan a la renovación del aparato, y porque la gente, en tiempos de crisis, tiende a quedarse en casa, para los segundos. La crisis se nota por encima de la barrera de los 1.000 euros, aseguran algunas grandes superficies, porque los consumidores se piensan más el gasto que realizan.

UN 30% MENOS "Un buen lector no deja de leer por 5 o 20 euros que cuesta un libro, ni un cinéfilo de comprarse su película. Otra cosa son los coches o una tele grande, que ya requieren una decisión meditada", explica un portavoz de Fnac. A favor del gasto argumentan la caída del precio de la tecnología, que la consultora GFK sitúa entre el 18% y el 20% como media en la electrónica de consumo este año y que provoca ofertas tan agresivas como que haya televisores de 32 pulgadas por menos de 500 euros, cuando hace un año se encontraban el 30% más.

"Desde hace cuatro meses, el mercado no crece, y se basa en ofertas de precio muy agresivas en las que al final hay que acabar entrando porque si no te quedas fuera, pero creo que hay que apostar por productos innovadores y recordarles a los consumidores que lo mejor no es siempre lo más barato", considera Carlos Bermúdez, director general de Panasonic en España. En esto último coincide LG, que confían en sus innovadores productos para una temporada que prevén buena "tal como está el mercado", pero que les ha hecho rebajar algunos de sus televisores estrella más del 35%.

EL MOTOR En ese contexto, los televisores, que son el auténtico motor del sector, han visto caer las ventas desde el verano, cuando experimentaron un repunte gracias a las ofertas vinculadas a la Eurocopa. El GPS, que fue uno de los regalos de las Navidades pasadas, también, por la competencia de los móviles. Nada comparable con los aparatos de aire acondicionado, que este año se han quedado muy por debajo de años anteriores y no han remontado con el frío, o con los equipos de cine en casa, que se han hundido en las estadísticas.

Este pesimismo cara al año próximo es compartido hasta por las empresas de videojuegos, que son las que mantienen mejor previsión. "Se están posponiendo las compras, pero al final todo el mundo va a hacer regalos", aseguran en Sony Computer Entertainment, que, pese a las expectativas, esperan facturar un 5% menos que el año pasado. Tan solo en Microsoft y Nintendo son manifiestamente optimistas y se frotan las manos ante el aumento de ventas de sus respectivas máquinas y consolas de videojuegos.