El número de desahucios en España cayó hasta un 21,8% durante el año pasado, alcanzando así 5.177 casos de embargo de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Durante todo el 2019 se registraron 56.349 inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias, un 2,9 % más que en 2018.

La gran mayoría de los desahucios iniciados el 2019, hasta un 60,3%, afectaron a las hipotecas constituidas en el periodo 2005-2008. Así, un 13,3% de las ejecuciones fueron sobre hipotecas del 2006; 23,9% sobre las del 2007; y 16,2% sobre las del 2008. De las 7.129 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria registradas en 2019, 5.177 fueron habituales en propiedad, y 1.952 (un 19,5 % menos que un año antes) no eran residencia habitual de los propietarios.

Por comunidades autónomas, Cataluña si situó como territorio más afectado por los embargos de propiedad que suponen la expulsión de sus arrendatarios, con 5.757 ejecuciones, seguida por Andalucía (5.681) y la Comunidad Valenciana (5.356). Navarra (54), País Vasco (81) y La Rioja (143) fueron las que menos desahucios registraron.