El Gobierno ha diseñado un nuevo sistema para financiar el reciclaje de los trabajadores al margen de la Fundación Tripartita de Formación Continua (antigua Forcem). Las empresas podrán organizar sus cursos de forma independiente y desgravar los gastos en las cuotas que pagan a la Seguridad Social.

Según el borrador de la propuesta, el nuevo modelo de gestión de formación continua permite a las empresas evitar "trámites burocráticos" al no tener que depender de la antigua Forcem.

De manera similar al sistema implantado recientemente en Francia, los patronos podrán desarrollar acciones de formación para sus trabajadores "cuando estimen necesario" y compensar directamente sus costes a través de bonificaciones en sus cuotas al Seguro. El modelo antiguo obligaba a las empresas a participar en los programas de formación y recibían el dinero de la fundación.

Según el documento que tendrán que valorar los gobiernos autonómicos, este sistema proporciona mayor "transparencia" a la financiación de la formación "eliminando las críticas que se han venido produciendo sobre el procedimiento actual". El Tribunal de Cuentas y la policía detectaron irregularidades en la justificación de los fondos de la Forcem que gestionan los sindicatos y las patronales.

CCOO y UGT aseguran que este sistema tiene como objetivo incumplir la sentencia del Tribunal Constitucional que falló a favor de la Generalitat de Cataluña y del Gobierno gallego y que obliga al Estado a repartir los fondos de formación continua entre las autonomías.

MENOS TRANSFERENCIAS

El Estado sólo transferirá a las comunidades autónomas una parte de lo que les correspondería del presupuesto para formación ya que les descontará las bonificaciones que reciban las empresas, dicen CCOO y UGT.

Ambos sindicatos afirmaron que este modelo pretende dejar fuera de la gestión de la formación a las autonomías y a los agentes sociales aun cuando el documento insista en que participarán en la gestión. UGT y CCOO están seguros de que, al contrario del modelo francés, se limitarán a analizar y a dar directrices generales ya que las pequeñas empresas no tendrán control.