La patronal eléctrica, Unesa, acusó ayer a la Comisión Nacional de Energía (CNE) de poner en riesgo la solvencia del sector con su último informe sobre el mercado eléctrico mayorista. El estudio estima que las empresas reciben una sobrerremuneración de unos 4.400 millones de euros gracias a las hidroeléctricas y las nucleares. La asociación sostuvo que, de retirarles esta suma, las compañías entrarían en pérdidas y concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos).

"El problema es que algunos no creen en el mercado: ningún organismo regulador debe hacer de Robin Hood, a ver a quién le quito y a quién le pongo", denunció su presidente, Pedro Rivero. El líder patronal defendió que, al contrario de lo esgrimido por la CNE, las hidroeléctricas y nucleares no están amortizadas, ya que no han superado su vida útil media de 40 años.

Los precios regulados son, una vez más, el problema de fondo. La CNE ha pedido al Gobierno que encarezca la electricidad el 11,3% en julio para evitar que siga creciendo el déficit de tarifa (la diferencia entre los costes de las empresas y los ingresos que se les reconocen en forma de tarifa). Pero ha elaborado el criticado informe, del que se desprende que a las compañías se les reconoce una remuneración excesiva. Si esta se redujese, el desfase tarifario sería menor y la luz tendría que subir menos.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya afirmó que para superar el déficit serán necesarios esfuerzos tanto del Ejecutivo (asumiendo costes de la tarifa en los presupuestos), como de los consumidores (pagando más por la luz) y las eléctricas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aclaró que la subida de julio estará más cerca de la inflación que del 11,3%.

Rivero mantuvo que "carece de sentido" ligar las tarifas al IPC y auguró que la Comisión Europea terminará por expedientar a España. Según Unesa, cada consumidor debería pagar 577 euros para liquidar el déficit.