Telefónica y Repsol están tranquilas. Son las empresas españolas que podían verse afectadas por la decisión del presidente venezolano Hugo Chávez, que quiere volver a nacionalizar las compañías privatizadas hasta 1990.

La operadora española tiene una participación del 6,9% en Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV), la mayor empresa del país y la citada por Chávez como la primera que volverá a manos del Estado. Telefónica se limita a aclarar que su participación en CANTV "es financiera".

A los directivos de la operadora les recorre la malevolencia en la situación venezolana. CANTV está participada por la americana Verizon, que estaba en negociaciones con el multimillonario mexicano Carlos Slim (Telmex y América Móvil) para adquirir CANTV. Slim es el competidor de Telefónica en Latinoamérica. Como dice un directivo de las telecos nacionales "todo lo que le vaya mal a Slim le beneficia a Telefónica".

Repsol-YPF aclaró que los hechos de Venezuela no afectan a la firma "en absoluto". Pese a todo, bajó un 1,85% en el Ibex 35. CANTV sufrió un desplome del 35% en la apertura de Wall Street.