Generadores de empleo e inversión. El nuevo presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Francisco J. Riberas, reivindicó el papel de este tipo de compañías y afirmó que en la actualidad «hace más falta que nunca» poner en valor el papel de estas compañías.

Riberas, que recibió el testigo de presidente de manos de Ignacio Osborne en la asamblea anual del IEF celebrada en Barcelona, alertó de los riesgos de los «populismos» y la «demagogia» nacidos de una crisis en las que muchas familias han sufrido. «Hay que volver a trasladar el mensaje de la aportación que llevó a cabo la empresa familiar durante la crisis, creando y manteniendo el empleo e invirtiendo en un entorno difícil» dijo.

Aunque no se mencionó en público el procés, con la celebración de esta cumbre que se suele levar a cabo en Madrid, la entidad ha dado muestras de su apoyo a los empresarios catalanes, según fuentes de la organización. Riberas ha recordado que el IEF nació hace 26 años en Barcelona y el 40% de los socios de este lobi son de esta comunidad. Este encuentro anual no se hacía en la capital catalana desde el 2005, y fuera de Madrid, en el 2004 (Toledo), 2002 (Valencia) y 2000 (Santander).

En el congreso del instituto celebrado el 2 de octubre en Toledo, un día después del 1-O, esta organización reclamó diálogo y el veterano Mariano Puig, del grupo Puig, provocó una gran ovación al proclamarse catalán, pero también español.

El presidente del IEF, que también es el principal ejecutivo del grupo Gestamp, que salió a bolsa el año pasado, se mostró convencido de que el ejemplo de la empresa familiar «ha de servir para erradicar la imagen de que estamos ligados a multinacionales o somos fruto de la cultura del pelotazo». Riberas destacó que «las grandes empresas familiares fueron en su día también start-ups, que gracias a la visión de los empresarios que las dirigían han generado miles de puestos de trabajo y bienestar para muchas familias».

La asamblea de socios, que representan a un centenar de las principales empresas familiares españolas, ratificó por unanimidad a Riberas como presidente para los próximos dos años, tal como establecen los estatutos.

En su intervención, Riberas también se comprometió a seguir ayudando a las empresas familiares para que sean capaces de resolver de la mejor manera problemas específicos como los derivados de la sucesión.

Riberas (Madrid, 1964) era hasta ayer uno de los tres vicepresidentes del IEF. Tuvo palabras de agradecimiento para su predecesor, Ignacio Osborne, del que dijo que ha sido capaz de «salvaguardar la imagen de IEF en un momento especialmente convulso en nuestro país».

El IEF, fundado en 1992, es una organización sin ánimo de lucro, de ámbito estatal, que agrupa a un centenar de empresas familiares líderes en sus sectores de actividad, cuya facturación de forma agregada es equivalente al 17,5% del PIB de España y dan empleo a 1,25 millones de trabajadores.

El nuevo presidente dijo que se propone «intentar agrandar el prestigio» del IEF y poner en valor «la importancia de las empresas familiares», un objetivo que está aún «lejos» de alcanzarse, agregó. También reivindicó la internacionalización de la empresa familiar española.

Entre los asistentes estaban presidentes y representantes de sagas empresariales como Mercadona (Juan Roig), de Codorniu (Mar Raventós), Puig (Marc Puig), Grupo Zeta (Antonio Asensio), Catalana Occidente (Josep Maria Serra), Cementos Molins (Joan Molins), Bodegas Torres (Miquel Torres), Barceló (Simón Pedro Barceló), entre otros muchos.