Compañías farmacéuticas, tecnológicas, automovilísticas y de diversos sectores han recalado en España en los últimos años gracias al favorable trato que se ofrece a las actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I), que pueden significar un ahorro de hasta el 70% en cada proyecto, según la consultora F Iniciativas, especializada en optimizar ventajas fiscales para las empresas. En España, más del 27% de las actividades de I+D las desarrollan filiales de multinacionales, según datos de la patronal catalana Fomento del Trabajo.

Esta situación está en peligro a raíz de la reforma fiscal emprendida por el Gobierno. En un primer momento, el departamento del vicepresidente económico, Pedro Solbes, dispuso la reducción paulatina de la deducción por I+D+I a lo largo de cinco años, hasta su desaparición total en el 2012. El fuerte rechazo que causó esta decisión abonó el pacto parlamentario con CiU en la línea de mantener íntegra la deducción, al menos, hasta el 2012. La deducción coexistirá, como alternativa, con una bonificación del 40% en las cuotas a la Seguridad Social por la contratación de personal investigador. A partir del 2012 se mantendrá la opción más eficaz.

Así lo explicaron el portavoz de CiU Josep Antoni Duran LLeida, y el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, tras una reunión a la que asistió Solbes. El pacto con CiU debe materializarse el jueves, en la Comisión de Economía y Hacienda, que tramitará las enmiendas parciales a la reforma fiscal.

En todo caso, los bandazos que ha dado el Gobierno en relación con la I+D+I, política a la que todos sus miembros considera prioritaria, ya ha tenido sus primeros efectos contraproducentes. Varias multinacionales han congelado proyectos de centros de I+D y de inversión desde que se difundieron las primeras noticias sobre los cambios en el impuesto de sociedades.

CAMBIO RADICAL "No puede ser que España pase de ser líder en las ayudas al I+D a desaparecer de las estadísticas de la OCDE", afirma Salvador Guillermo, jefe de estudios Fomento. "Los anuncios negativos calan, y luego cuesta mucho que desaparezcan, aunque no se llegue a consumar el cambio", dice Xavier Cazabón, director general de F Iniciativas. "Hay multinacionales, entre ellas alemanas de la industria auxiliar del automóvil que han congelado decisiones".

Si desapareciese la deducción, España dejaría de ser polo de atracción de actividades de alto valor añadido. "Perderíamos claramente la ventaja que tenemos sobre el resto de la UE", según Jaume Cornudella, de Landwell-PricewaterhouseCoopers.

"Grupos multinacionales han instalado sus centros mundiales de investigación en España por su alta competitividad", asegura Cazabón. Ese atractivo se perdería si desaparece la deducción fiscal, pese a que se compense con bonificaciones a la Seguridad Social, añade.