La organización agraria Apag Extremadura-Asaja manifestó ayer su "indignación" por el hecho de que el presidente de la Cámara Agraria de Badajoz, Lorenzo Ramos, haya impedido el debate en el último Pleno de mociones suyas, sobre el desacoplamiento total de las ayudas de la UE respecto a la producción, los Planes Rectores de Uso y Gestión de las Zonas de Especial Conservación y las ayudas al sector vitivinícola por la sequía.

En un comunicado que recoge Efe, responsables de esta organización afirman que en el Pleno de la entidad celebrado el pasado día 9, Ramos, que también es secretario general de UPA, impidió que se trataran estas mociones en "una actitud absolutamente antidemocrática y sectaria". Para justificarse, agregan, Ramos argumentó que la Cámara Agraria no puede exigir, solicitar, reivindicar, ni proponer.

"Consideramos --añaden-- que la Cámara es un órgano títere, muerto y sin poder de decisión que se encuentra en manos de UPA-UCE, que lo utiliza para silenciar la voz del sector agrario y secuestrar propuestas que son incómodas a la Junta de Extremadura y al Ministerio".

En respuesta, el presidente de la Cámara, Lorenzo Ramos, explica que las mociones presentadas por Apag "no siguieron los procedimientos establecidos, ni se adaptan a las normas de este organismo". No obstante, Ramos defiende su postura favorable al diálogo: "Nunca he tenido ningún problema para debatir y así se ha hecho en esta ocasión, pero yo no tengo la culpa de que la Cámara tenga las competencias que tiene y no otras", señala.

Desde su punto de vista, "los responsables de Apag solo persiguen crear bronca. Por eso, cree que es difícil que se pueda llegar a un acuerdo, "porque no escuchan nuestras propuestas, como la de trasladar las peticiones, en vez de exigencias, a las Administraciones públicas, porque solo les interesa ir en contra nuestra", sentencia.