Poco podía imaginar María Angeles Yáñez Moreno, cuando reenvió hace más de dos años un e-mail aparentemente inofensivo a sus compañeros de trabajo, que su nombre iba a dar la vuelta al mundo. Dos elementos son claves para entender la historia: en primer lugar, el e-mail en cuestión era uno de esos mensajes engañosos que se propagan por la red con el objetivo de recopilar direcciones de correo (una práctica conocida como hoax ); y segundo, Yáñez reenvió el correo desde su dirección de trabajo, que no era otro que el Ministerio de Vivienda.

"Hice un corta y pega y me olvidé de borrar la firma al reenviarlo", explicó ayer a este diario la trabajadora. La firma especifica su cargo como secretaria de la subdirección de la Oficina Presupuestaria, situada en el paseo de la Castellana, 112, con número de teléfono y fax incluidos. Sin proponérselo, Yáñez había dado su nombre y apellidos --los suyos-- a una campaña más que sospechosa. El mensaje, titulado Como sea verdad nos forramos , explica que AOL e Intel están haciendo un experimento y que Microsoft pagará 245 euros por cada persona a la que el internauta envíe el mismo correo. El beneficio, añade, puede ser de más de 24.000 euros.

El e-mail contiene expresiones habituales de los mensajes encadenados --"no tenemos nada que perder", "envíen este mensaje a tanta gente como le sea posible", "conozco la ley y esto es verdad"--, suficientes como para poner en guardia al usuario. Pero la firma de Yáñez añade un aire de crédito del que carecen mensajes parecidos.

También el de Justicia

Contribuye a una mayor confusión la frase que cierra el mensaje: "Este correo ha sido enviado por el servicio webmail del Ministerio de Justicia". Yáñez asegura que ella solo envió el correo a sus colegas del Ministerio de Vivienda, por lo que cabe suponer que alguno de estos lo reenvió a otras personas.

"Yo no certifico nada de lo que dice el e-mail , solo lo reenvié. Y ahora no lo puedo parar --dijo Yáñez, que ahora trabaja en Fomento--. Además, ese mensaje es mentira, si no, sería millonaria". Le han aconsejado ir a la Guardia Civil, pero no lo ha hecho.

La Agencia Española de Protección de Datos (AGPD) no tiene constancia de ninguna denuncia de este caso. Este organismo persigue el spam o envío masivo de mensajes comerciales no solicitados. Las cadenas de mensajes quedan al margen de su actuación. No obstante, en su guía de recomendaciones a usuarios de internet alerta contra el envío de este tipo de mensajes "sin adoptar precauciones como eliminar las direcciones de destinatarios incluidas en las sucesivas retransmisiones del mensaje". El hoax , añade, "tiene la finalidad no declarada de obtener direcciones de correo electrónico para su uso posterior o de servir a intereses específicos del autor".

Las cadenas de mensajes son uno de los muchos riesgos de internet, pero ni mucho menos el más peligroso. La policía informó ayer de la detención de 10 personas, de origen rumano, acusados de defraudar cerca de 800.000 euros a más de un centenar de personas mediante el phising (obtención de información confidencial, generalmente datos bancarios, suplantando páginas web). En Gandía, un español fue detenido por estafar 48.000 euros mediante el mismo sistema.