Los clientes de banca privada del Santander afectados por el fraude de Madoff tardarán 10 años en recuperar su inversión inicial. La entidad va a entregarles participaciones preferentes propias por valor de 1.380 millones de euros (el capital que habían invertido en un principio), pero con un precio de mercado de 500 millones. El banco ofrece una rentabilidad anual del 2% y una opción de compra transcurrida una década. La iniciativa del Santander ha sido criticada por no reconocer los intereses, obligar a renunciar a acciones legales contra el banco, y por excluir a los inversores institucionales.