¿Sabían que el tomate frito de receta casera con carne y verduras que elabora el fabricante interproveedor Cidacos para Mercadona nació de las sugerencias de sus clientes? Y lo mismo se puede decir de un muesli ‘sin cosas’ (sin frutas), de los smoothies de fruta, de las pizzas de jamón y queso sin gluten y sin lactosa, o de las sardinas anchoadas.

Gracias a la escucha activa de los clientes -los ‘Jefes para Mercadona-- en los dos últimos años se han incorporado 200 coinovaciones.

Maribel Martín-Romo, directora regional de Relaciones Externas de Mercadona, explicó el pasado miércoles en su ponencia sobre ‘La Innovación Colaborativa’ que en los últimos dos años más de 14.500 clientes han compartido sugerencias y experiencias en los 12 centros de coinnovación que tiene la empresa. Los resultados de esta coinnovación son, además, sorprendentes: 4 de cada 5 innovaciones lanzadas siguen en los lineales de los supermercados Mercadona un año después.

«Gracias a sus aportaciones conseguimos lanzar al mercado innovaciones», explicó Martín-Romo a los asistentes, quien añadió que esta innovación se ha hecho realidad gracias a una inversión importante por parte de los interproveedores de Mercadona, que en los últimos diez años supera los 1.000 millones de euros. El caso Mercadona es tan singular que ha sido objeto de estudio en EEUU durante la celebración de la prestigiosa Conferencia PICMET en Portland. Martín-Romo no solo habló de aciertos sino también de errores, explicando que no hay que tenerlos miedo, puesto que forman parte del proceso mismo de innovar. Concluyó que «La innovación en Mercadona debe ser transversal, debe ser un trabajo conjunto de toda nuestra cadena agroalimentaria, donde todos los eslabones participemos en la innovación, sector primario, Interproveedores y proveedores y Mercadona, con el Jefe como faro, es decir, solo innovaremos en cosas que añadan valor al cliente».