Pedro Solbes, vicepresidente y ministro de Economía, aclaró ayer al presidente de Mittal Steel, Lakshmi N. Mittal, que el Gobierno español no respaldará la oferta de compra (OPA) lanzada por la primera siderurgia del mundo a la europea Arcelor.

Lakshmi y su hijo, Aditya Mittal, director financiero del gigante de acero --los Mittal controlan el 88% del capital-- conocieron la posición de Solbes a la una del mediodía, una hora después de que el presidente de Mittal anunciara a la prensa, en un hotel madrileño, que agradecía "la neutralidad" del Gobierno español. El martes, Luxemburgo --máximo accionista de Arcelor-- y Francia rechazaron la oferta de la firma angloindia.

La portavoz del Ministerio de Economía subrayó que el Gobierno se une a las posiciones de los otros países europeos, pero también añadió que Mittal no había presentado al Ejecutivo español un plan industrial concreto. La falta de información, con datos, sobre el empleo o el futuro de las plantas, hacían difícil respaldar la operación. Pese a todo, Pedro Solbes reconoció al tercer hombre más rico del mundo y a su hijo que la última palabra la tienen los accionistas.

15.000 EMPLEADOS Antes de entrevistarse con la prensa, Lakshmi Mittal desayunó con el consejero de Industria de Asturias. Según el presidente de la compañía, le explicaron los planes y le aseguraron que la compra no afectaría ni a las 18 plantas que Arcelor tiene en España ni a los 15.000 trabajadores.

Las mismas promesas reiteró durante la rueda de prensa, garantizando los puestos de trabajo y el mantenimiento de las plantas, pero tanto el padre como el hijo evitaron cuantificar por cuánto tiempo mantendrían su palabra. El presidente del Mittal evitó acusar a los gobiernos francés y luxemburgués de intervencionistas --"están preocupados por los empleos", dijo-- pero sí recordó que tras las entrevistas con los políticos, los Mittal se explicarán ante los accionistas, que son los que deben valorar la oferta. Aditya Mittall reiteró que no variarán el precio, ni la proporción del pago , un 25% en dinero y 75% en acciones, por 18.600 millones de euros.