El Jefe de Gobierno de Andorra, Jaume Bartumeu, respira tranquilo. Andorra dejará de figurar en la normativa española como un paraíso fiscal tras sellar ayer con la vicepresidenta económica del Gobierno español, Elena Salgado, un acuerdo de intercambio de información tributaria. "No se trata de autorizar las llamadas expediciones de pesca, es decir, de facilitar la relación general de contribuyentes españoles con intereses en Andorra", especificó Bartumeu, sino de responder a peticiones muy justificadas, como las ligadas al fraude o al delito fiscal.

Lo más importante es "dejar de constar como un territorio favorecedor del fraude" a los que remite la ley española 36/2006 de medidas de prevención del fraude fiscal. Eso, según Bartomeu, facilitará la actuación de los empresarios y profesionales andorranos. Además complementa los pactos con otros dos países, Portugal y Francia.

SUIZA, EN CABEZA En la actualidad, gracias a la directiva europea del ahorro del 2005, los bancos andorranos ingresan en el Tesoro español retenciones practicadas a los rendimientos de ahorradores españoles --entre el 10% y el 15%--, sin más especificaciones. En el 2009, España obtuvo 16,9 millones de euros por este concepto. La suma supone casi un tercio de los 55,9 millones ingresados por bancas de paraísos fiscales europeos, entre los que destaca Suiza, con 28 millones; o Mónaco (3,6 millones), según Hacienda.

Con el firmado con España, Andorra ya ha sellado 10 acuerdos de este tipo. El mes que viene lo hará con Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia y superará los 12 pactos que la OCDE le exige para sacarlo de la lista "gris" de los territorios comprometidos que no han avanzado lo suficiente en estándares fiscales internacionales. Una vez definido el nuevo marco fiscal andorrano, se firmará con España un convenio para evitar la doble imposición.