España es el país de la Unión Europea (UE) con las tarifas de teléfono móvil más caras, según revela un estudio comparativo elaborado por la Comisión Europea, presentado ayer. La oferta más barata para el uso medio del teléfono móvil se elevó a 35,89 euros mensuales en el 2008, mientras que la media de la UE se situaba en 19,49 euros mensuales y era inferior a 10 euros mensuales en Holanda, Chipre, Austria, Estonia y Lituania. Las tarifas de llamada vocal móvil por minuto también se encuentran en España por encima de la media de la UE (0,17 euros por minuto, frente a 0,14 euros).

España se distingue además por ser uno de los escasos países de la UE donde las tarifas medias fueron más altas en el 2008 que en el 2007 (35,41 euros mensuales), mientras que en la mayoría de los países europeos se produjeron significativos descensos de precios, alimentados por la crisis, durante el año pasado.

En los servicios de internet de banda ancha, España también tiene el triste privilegio de ser uno de los países más caros. La tarifa mensual media se situó en 45,83 euros en el 2008, mientras que la media de la UE se limitaba a 36,89 euros.

"España tiene un problema de competencia", declaró la comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, al presentar el informe, y explicó que el Ejecutivo comunitario mantiene "discusiones" con el Gobierno español sobre diferentes obstáculos a la competencia en el sector de telecomunicaciones.

SIN COMPETENCIA Reding lamentó algunas de las decisiones adoptadas por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CMT), que "parecen intentos de eludir la aplicación en España de la legislación comunitaria". La comisaria citó como ejemplo la decisión de la CMT de limitar a 30 megabytes la velocidad máxima en el acceso mayorista a las redes de banda ancha.

"La falta de competencia conduce a menos inversiones y tarifas más altas para los consumidores", subrayó Reding. Por ello, las conexiones a internet a alta velocidad avanzan en España por debajo de la media de la UE: 20,2% del total, frente al 22,9% de media europea, al 36,2% de Holanda o al 37,3% de Dinamarca, que tienen precios mucho más baratos que España. La comisaria indicó asimismo que los lentos procedimientos administrativos españoles dificultan la instalación de cables y redes de telecomunicaciones, y expresó su preocupación por el fuerte aumento de las quejas de los consumidores en comparación con otros sectores.