Agrandes males, grandes remedios. Guiado por esta máxima, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se pronunció ayer en favor de que la UE adelante el dinero del Fondo Social Europeo previsto para los próximos dos años a fin de destinarlo a la formación de los parados. "No podemos seguir manteniendo los mismos recursos económicos que teníamos antes de la crisis", argumentó Corbacho tras participar en la reunión de ministros de Trabajo celebrada en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París.

El ministro español apoyó así la propuesta lanzada por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de avanzar el pago de los fondos sociales con objeto de ayudar a los países europeos a luchar contra el paro, uno de los efectos más graves de la crisis. "Eso nos iría muy bien, también a Francia y a otros países", precisó Corbacho, que estimó en unos 2.000 millones de euros las ayudas que le corresponderían a España a cuenta del 2010 y el 2011. El ministro espera que la medida se adopte antes de la presidencia española de la UE, que será el primer semestre del 2010.

EL MODELO PRODUCTIVO El titular de Trabajo considera que el avance de los pagos debe destinarse principalmente a la formación de los jóvenes para paliar el paro juvenil. "Tenemos fondos previstos para la formación de la mitad de los parados que hay ahora", indicó Corbacho, que reconoció que España, a la cabeza del desempleo con un 20%, debe afrontar una reforma del modelo productivo que era muy difícil de abordar cuando la economía iba bien pese a que el paro ya doblaba el de otros países.

Para llevar a cabo este proceso, el Gobierno debe centrar sus esfuerzos en reconducir buena parte de los trabajadores de la construcción hacia otros sectores. Aunque insistió en que "no hay que criminalizar la construcción", el ministro admitió que en el futuro no puede ser el elemento fundamental de la economía española. El futuro pasa por preparar a los jóvenes para que tengan acceso a empleos que requieren mayor formación.

Las tesis del ministro coinciden con el análisis que realizó de la situación el secretario general de la OCDE, Angel Gurría. A su juicio, el aumento del desempleo requiere de "un esfuerzo similar" al realizado por los estados para hacer frente a la crisis financiera a fin de evitar el deterioro del "tejido social" y la aparición de una "generación perdida" entre los jóvenes si entran en paros de larga duración. Según la OCDE, el paro alcanzará los 25,5 millones a finales del 2010. La media de desempleo llegará al 9,9%.