España recaudó 30.000 millones de euros durante el año pasado procedentes de los impuestos relacionados con el motor. Así se desprende de la Guía de Impuestos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que recoge las recaudaciones de los países europeos. España fue el gran mercado europeo que menos dinero recaudó por detrás de Alemania, con 93.400 millones, Francia, con 83.900 millones, Italia, con 76.300 millones, y el Reino Unido, con 54.100 millones. Alemania y Francia fueron los dos países en los que se vendieron más coches el año pasado, seguidos del Reino Unido, Italia y España.

En total, los países de la Unión Europea, a los que habrá que excluir el Reino Unido para el informe del año que viene, recaudaron 440.400 millones de euros, según ACEA, el equivalente a dos veces y medio el presupuesto total de la UE. Eric-Mark Huitema, director general de ACEA defiende que esta cifra muestra "la importancia de la industria automovilística en Europa" y advierte que "es de suma importancia para la economía de toda la UE, y de los países en particular, que se pueda relanzar con éxito la industria del automóvil cuando termine la crisis del Covid-19".

Los impuestos en España

En España, en el momento de la compra de un vehículo los primeros impuestos que se pagan son el IVA, un 21% del valor del vehículo, y el impuesto de matriculación, que varía según las emisiones del vehículo. En este caso, el impuesto es del 0% cuando el coche emite menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro, del 4,75% cuando emite entre 120 y 160, un 9,75%, cuando emite entre 160 y 200 gramos y del 14,75% cuando emite más de 200 gramos. En las Islas Canarias cada porcentaje se reduce en un 1% y en Ceuta y Melilla no se paga impuesto de matriculación.

A todo esto hay que sumar los 97,80 euros que se pagan de tasa de matriculación en todo tipo de vehículos excepto para las motos, cuyo importe se reduce a 27,30 euros. Una vez se posee el vehículo, el conductor debe pagar anualmente el impuesto de circulación, variable según la población en la que se reside. En este caso se toman como referencia los CV fiscales para determinar un importe según la potencia del vehículo. En Madrid la horquilla de precios del impuesto de circulación se situó entre los 20 euros y los 224 euros. En el caso de los autobuses, el impuesto se calcula en base a los asientos, mientras que en los vehículos comerciales se hace lo propio en base a la carga y en las motos en base a la cilindrada.

En los 30.000 millones de euros de recaudación también se cuenta el dinero procedente de los impuestos sobre los carburantes, los impuestos sobre los seguros y el coste de la inspección técnica de vehículos (ITV).