Las economías de la zona euro experimentaron durante el tercer trimestre un repunte en sus producciones y cifras de empleo; alentadas por la reactivación del consumo tras los meses de confinamiento. Tras el desplome registrado durante los dos primeros trimestres del año, septiembre cerró con un incremento respecto al segundo trimestre del 12,5% del PIB y del 1% en términos de ocupación, según datos publicados este martes por la oficina estadística europea, Eurostat. España fue el segundo estado miembro que mayores alzas registró en ambas variables, tras ser la economía que más cayó durante el primer confinamiento.

Las estadísticas de Eurostat reflejan el efecto rebote producido por el relajamiento de las restricciones económicas para contener el virus durante el primer confinamiento. No obstante, el crecimiento de dos dígitos experimentado durante el tercer trimestre no ha conseguido compensar, hasta la fecha, la caída vivida durante los seis meses posteriores a la llegada del virus a Europa. El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro todavía es un 4,3% inferior al registrado en el tercer trimestre del 2019.

España (+16,7%), después de Francia (+18,7), fue el país que mayor porcentaje de rebote registró durante el tercer trimestre, en un periodo estival impulsado en toda Europa, principalmente, por la reactivación del consumo de los hogares. Grecia constituyó la nota más negativa de la estadística del tercer trimestre, pues tras desplomarse su PIB el 14,1% durante el segundo trimestre, la recuperación que registró durante el tercero fue de un discreto 2,3%. Más de la mitad del repunte del PIB se explica por la recuperación del consumo familiar o personal, con una aportación también significativa del sector exterior.

Los ertes contienen la sangría en el empleo

El desplome de la ocupación, pese a los diferentes mecanismos de los ertes habilitados en toda Europa, fue tan acusada como intenso ha sido el repunte posterior. El empleo en la zona euro registro un incremento del 1% en el tercer trimestre respecto al segundo, el mayor aumento registrado por Eurostat desde que existe estadística disponible. No obstante, al igual que con el PIB, el rebote no ha sido suficiente, de momento, para compensar la sonora caída arrastrada desde marzo. Las cifras de ocupación en la media de la zona euro todavía son el 2,3% inferiores a las registradas en el mismo periodo del año anterior. Lo que se traduce en 3,6 millones de ocupados menos.

El mecanismo de los ertes, con los matices que cada estado miembro ha aplicado, está sirviendo para contener parte de la destrucción de empleo que en otras condiciones podría haber acarreado una caída del PIB de dichas proporciones. Pues si bien las horas de trabajo perdidas son del 4,6%, respecto al tercer trimestre del 2019, la caída del empleo ha sido de la mitad, con ese 2,3%.

España, después de Irlanda, fue el segundo estado miembro de la UE que registró un mayor repunte del empleo durante el segundo trimestre. Un efecto rebote alimentado por la sonora caída registrada durante el primer confinamiento. Hasta el punto de que uno de cada tres empleos destruidos durante el primer semestre en Europa se localizaron en España. Durante este tercer trimestre, el empleo en España -caracterizado históricamente por su elasticidad- revirtió parcialmente sus registros y repuntó el 3,1%, el triple que la media europea. No obstante, las cifras de ocupación todavía son el 5% inferiores en España a las existentes en el tercer trimestre del 2019.