España saldrá ligeramente beneficiada de la reestructuración del fabricante de Airbus, ya que ninguna de las tres factorías será cerrada, habrá nuevas tareas y el excedente de cuatrocientas personas será negociado con los agentes sociales.

Así lo explicó hoy a EFE el presidente del comité de empresa de Airbus en la fábrica de Puerto Real (Cádiz), Fernando León, tras la reunión que las organizaciones sindicales tuvieron hoy con la dirección de Airbus.

Tras el encuentro, León dijo que, a diferencia de los otros tres países integrantes del consorcio (Francia, Alemania y Reino Unido), España mantendrá abiertos todos sus centros de producción y el excedente de plantilla es mínimo en comparación con los cerca de 10.000 empleos que Airbus quiere recortar.

En concreto, las factorías españolas se encargarán de la construcción de toda la parte trasera del avión A350, con las funciones que ya tenían asignadas antes, aunque con el añadido, en el caso de la fábrica de Illescas (centro), de que asumirá la construcción del revestimiento inferior de las alas, que hasta ahora tenía una planta británica. Eso supone el diez por ciento del proyecto, según el sindicalista español. El excedente de cuatrocientas personas en las factorías españolas deberá abandonar la empresa desde ahora hasta 2010 y la salida se negociará con los agentes sociales de acuerdo a la legislación española.

Se primarán las jubilaciones y las bajas incentivadas, según Fernando León, quien aclaró que se trata de personal interno de oficinas.Los sindicalistas han sido convocados dentro de dos semanas por la dirección de Airbus, cuando hayan estudiado con detalle la información que les han suministrado, con objeto de exponer sus discrepancias y dudas. Aunque "España no ha salido perjudicada" en esta reestructuración, sus sindicatos serán solidarios con el resto de trabajadores europeos afectados y participarán en las movilizaciones que sean adoptadas de manera general, según León. "No estamos de acuerdo con el planteamiento total" de la dirección, que plantea un recorte de cerca de 10.000 empleos y la cesión de varias plantas a varias empresas, para permitir la entrada de socios que aporten capital y tecnología.