La factura del rescate español a la banca ha salido caro a los bolsillos de los contribuyentes españoles por más que el Gobierno se esfuerce en negarlo. El Banco de España acaba de hacer público el balance de las ayudas públicas inyectadas en el sector financiero desde el 2009: 61.495 millones de euros.

De esta cantidad, que equivale a más de seis puntos de déficit español (España tendría superávit si anotara estos ingresos), tan solo se han recuperado un 6,48%, es decir, 3.900 millones de euros.

Según el Banco de España, se han devuelto 977 millones de euros por parte de CaixaBank en el 2013 procedentes de las ayudas recibidas por Banca Cívica antes de su integración en la entidad, 782 millones de la venta a BBVA de la participación en Catalunya Banc, 712 millones por la venta a Banesco de la participación en NCG y 71 millones de una venta realizada en el 2012.

También se suman los 124 millones de euros amortizados anticipadamente por Liberbank de una emisión de obligaciones convertibles y 20 millones de euros de una amortización parcial por Ibercaja Banco de obligaciones convertibles.

Según ha informado este martes el Banco de España, al importe recuperado habría que añadir los 1.304 millones de euros que se obtuvieron en la desinversión de BFA en Bankia, así como la previsible amortización antes de 2018 de las obligaciones convertibles en Caja 3 y Ceiss por 991 millones de euros.

La institución que preside Luis María Linde precisa que, en su momento, habrá que contabilizar también el resultado de la futura desinversión en Bankia y BMN.

En total, desde mayo de 2009, las ayudas financieras en forma de capital suman 61.495 millones de euros, de los que 53.553 millones han sido aportados por el FROB y 7.942 millones por los propios bancos a través del Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito (FGDEC).