En España solo existen 146 puntos de recarga domésticos para automóviles eléctricos. Pese que que los coches eléctricos se afianzan como alternativa futura de movilidad, lo cierto es que el panorama práctico de su uso todavía está algo alejado de lo óptimo. Según el estudio 'Previsiones en el Mercado de Automóviles Eléctricos' realizado por la consultora DBK, el parque de automóviles eléctricos español alcanzará las 115.000 unidades en circulación en el año 2020, multiplicando por cinco las 23.215 unidades que se alcanzaron en el 2017. Pese a ello, este estudio estima que hay unos 2.800 puntos de recarga totales, pero de los cuales, solo 146 son domésticos. Los obstáculos para la instalación de estaciones de recarga en los garajes de forma masiva son muchos y suponen un freno para la expansión del coche eléctrico en España.

LAS OPCIONES

La selección del equipamiento más adecuado depende de la instalación eléctrica disponible, del vehículo y de la potencia que se pueda asignar al punto. En instalaciones domésticas la recarga suele ser lenta, de 16 A y 3,7 kW. Usualmente esta recarga se realiza en horario nocturno, periodo en el que el precio de la energía es menor. Existen opciones más rápidas, hasta 7 kW, pero requieren circutos dedicados y tienen un coste muy alto.

PLAZA PRIVADA

Si se tiene una plaza de garaje individual en propiedad, lo más común es acoplar el punto de recarga directamente al contador de la red eléctrica de la vivienda. De esta manera se tiene un menor coste. Por otro lado, está la posibilidad de hacer la conexión desde el cuadro general de mando y protección, aunque la instalación es más costosa.

OPCIONES EXISTENTES

Si se cuenta con una plaza de garaje comunitaria, el proceso es informar del punto de recarga al presidente para elegir entre las instalaciones posibles. La troncal, que cuenta con un contador principal en el origen de la instalación, que da servicio a todos los coches del garaje. Otra opción, que es la más costosa, es la instalación con un contador principal para cada punto de recarga. La instalación con circuito adicional en viviendas familiares es otro tipo. Y, por último, está la instalación individual. En este tipo de recarga se cuenta con un contador principal común para la vivienda y para el punto de recarga y suele ser la más barata.

IMPULSO PÚBLICO

La Generalitat de Cataluña también prevé involucrar al sector privado con la instalación de puntos de carga en los aparcamientos de las comunidades de vecinos en régimen de propiedad horizontal. En concreto, esta medida tendría como objetivo lanzar un plan de ayudas para un total de 300 aparcamientos comunitarios, según el Govern. Además, el Instituto Catalán de Energía (ICAEN) ha desarrollado un visor de estaciones de carga que permite ubicar en un mapa los puntos e información en tiempo real sobre su estado.

SOLO PARA MINORÍAS

El supuesto de instalación eléctrica para la recarga de coches más costoso es el que afecta a garajes comunitarios en los que no se tenga la vivienda. Si la instalación más básica tiene un coste de unos 1.000 euros (vivienda unifamiliar), la complejidad que supone electrificar las plazas de un garaje privado comunitario puede dispararse. Sera necesario derivar desde la caja de entrada eléctrica un cable específico para cada plaza y su propietario deberá tener un contrato con la compañía eléctrica específico para ese punto de suministro, con su correspondiente contador. En estas condiciones la expansión de los vehículos eléctricos será difícil en España, donde la mayoría de la población vive en pisos y las plazas de garaje tienden a ser de alquiler o un patrimonio alejado de las mayorías.