Domingo, elecciones y jornada libre de impuestos. Una buena combinación. Nadie era consciente de ello, pero el pasado 27 de mayo fue el primer día en el que los españoles, en promedio, dejaron de trabajar para el Estado y lo hicieron para sí mismos, dos días más tarde que el ejercicio anterior. Se trata de la jornada del año que los economistas liberales anglosajones denominan el día libre de impuestos (tax freedom day ) y que computa, traducido en días, la proporción de los ingresos de los ciudadanos y de la economía que el Estado se lleva en forma de impuestos y otras cargas.

A pesar de que el peso de los ingresos públicos ha crecido, España está por debajo de la media de los 27 países de la Unión Europea (UE), que llegan al 14 de junio. En todo caso, si se fragmenta el estudio por grupos de población e ingresos, la carga total es mayor.

Por ejemplo, una persona soltera con un salario en la media del sector servicios e industrial alcanzaría hasta el 22 de mayo solo computando lo que se le carga por el IRPF y las cotizaciones sociales, sin contar otras cargas, según la OCDE, que agrupa a los países industrializados.

PRIVATIZACIONES Eduardo Berché, socio de Landwell-Pricewaterhousecoopers, precisa que la presión fiscal propiamente dicha, es decir, el peso de los ingresos tributarios sobre el producto interior bruto (PIB), viene a ser unos dos puntos menor, en torno al 38%, lo que se traduciría en 10 días menos (17 de mayo). Solamente en las economías donde el Estado percibe muchos ingresos por privatizaciones existe una gran diferencia entre un indicador y otro.

En conjunto, pese a las reformas fiscales en la mayoría de los países industrializados, la tendencia en los últimos años ha sido al alza, según la OCDE. En Estados Unidos, donde la fecha se situó en el 2006 en el 28 de abril, les parece ya mucha carga. Este año --los cálculos se hacen más rápido allí-- es el 30 de abril.

En España, donde los ciudadanos están inmersos en plena campaña del IRPF hasta el 2 de julio, del 2004 al 2006, la fecha ha pasado del 21 al 27 de mayo. En resumen, seis días más que se lleva el Estado hasta engullir el 40,3%, según datos de Eurostat y la Intervención General del Estado referidos a los ingresos públicos sobre el PIB. La tendencia solo bajó moderadamente los años de reformas del IRPF (1999 y 2002) y volverá a pasar en el 2007, con la entrada en vigor de la nueva rebaja fiscal.

LA MISMA TENDENCIA La cadencia ha sido parecida en la mayoría de países. Destaca Suecia, el país comunitario con la presión fiscal más alta, donde la fecha se sitúa en el 29 de julio. El año anterior llegaba al mes de agosto. En Francia también ese indicador se sitúa en julio. En el otro extremo, Lituania tiene un peso de los ingresos tributarios similar al de EEUU.

La presión fiscal total de la economía española aumentó casi un punto durante el 2006. El alza se apoyó en que los ingresos tributarios crecieron por encima de la economía por la situación de bonanza, según datos ofrecidos por el Gobierno.