Los mercados son una masa amorfa que se mueve como un banco de peces, dicen los teóricos. No peces cualquiera: pirañas que, cuando huelen sangre, acuden en tropel a devorar su parte. Ayer olieron debilidad en las economías más afectadas por la crisis de la deuda, tras el compás de espera abierto hasta que se apruebe el plan de rescate griego, el próximo viernes. Así que las pirañas, los hedge funds, que en su mayor parte operan desde Londres, tomaron posiciones cortas, a la baja, en las bolsas de los países conocidos ahora como piigs --Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España-- y apostaron en contra de su deuda.

El lunes la Bolsa de Londres permaneció cerrada, lo que en cierta medida explica la tibia respuesta que se produjo en el resto de mercados europeos al plan de rescate de Grecia. Ayer, sin embargo, los inversores británicos, que operan desde un país con un volumen de déficit y deuda superiores a los de España, y en pleno proceso electoral, consiguieron noquear las bolsas de los países periféricos con pérdidas que fueron desde el 3,35% de la Bolsa de Dublín al 6,68% del ASE 20 de Atenas. El Ibex 35 no se libró, y cedió el 5,41%, la segunda mayor caída del año, tras el 5,9% del 4 de febrero.

En el mercado de deuda se agrandó el diferencial entre el bono alemán a 10 años --que mide el riesgo de invertir en deuda soberana de un país u otro-- y el bono de los estados más afectados por la crisis: el español avanzó hasta 120 puntos básicos, pero el griego se situó en los 625 puntos y el portugués, en los 249. El euro fue el tercer damnificado, al caer su cambio oficial con el dólar a 1,3089 unidades.

El cliché bursátil de que el mercado se mueve con el rumor se cumplió fielmente. El primero dio por sentado que España iba a solicitar de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo de 280.00 millones de euros para poder financiar la deuda. Esa primera especulación llevó a la bolsa española a caer más del 3% y sembró el rojo en las cotizaciones de toda Europa. El FMI tuvo que desmentir el rumor: solo provocó un ligero alivio en las bolsas.

DEFENSA POLITICA El presidente del Gobierno español, José Luis Zapatero, calificó de "intolerable" y de "despropósito descomunal" los falsos rumores difundidos de forma interesada. Zapatero reclamó a los inversores y a los mercados que presten atención a los datos reales sobre el bajo nivel de deuda pública de España, la solvencia de las cuentas públicas españolas y el inicio de la recuperación económica.

Zapatero anunció que el Gobierno "combatirá" esos rumores infundados contra la economía española, tras reunirse en Bruselas con el presidente de la Unión Europea (UE), Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

España tiene un nivel de deuda pública inferior en más de 20 puntos porcentuales a la media de la zona euro, recordó Zapatero. La deuda pública española equivale al 53,2% del producto interior bruto (PIB), mientras que la media de la zona euro se sitúa en el 78,7% del PIB.

Por su parte, The New York Times dedicó ayer a España la apertura de su sección de Economía, en la que aseguraba que el país "corre el riesgo de caer en la misma trampa que Grecia", informa Emilio López Romero. Menos fundamento tuvo el segundo rumor del día: que las agencias de rating Fitch y Moody´s están a punto de degradar la calificación de la deuda española, como ya lo ha hecho Standard and Poor´s. Las mismas agencias desmintieron tal posibilidad. El daño ya estaba hecho.