Tras un 2019 extraordinariamente positivo, el Estado tendrá que incrementar la colocación de deuda pública a los inversores durante el 2020, el primer alza desde el 2017. El Tesoro anunció ayer que espera emitir 32.500 millones de euros netos durante el ejercicio, un 7,1% menos que su previsión para el año pasado pero un 62,8% más respecto a los 19.960 millones que finalmente se colocaron. Con todo, el departamento dependiente del Ministerio de Economía defendió que se trata de una previsión «conservadora» y aseguró que confía en que las emisiones finales sean menores.

El secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, argumentó que es «engañoso» comparar la cifra de cierre del 2019 con la previsión para este año, debido a que el pasado ejercicio se produjeron factores que «no tienen por qué repetirse y que no tienen que ver con el déficit» público. Así, recordó, el Banco Central Europeo (BCE) bajó los tipos oficiales en septiembre, en lugar de subirlos como se espera a principios del año, lo que permitió al Estado un ahorro de 2.371 millones en el pago de intereses y facilitó que las comunidades autónomas amortizasen de forma adelantada 5.273 millones que debían al Tesoro y emitieran por su cuenta otros 3.721 millones.

«un ligero aumento» / El mercado estima que los tipos permanecerán sin grandes cambios durante el 2020, pero el Gobierno ha previsto un «ligero aumento para estar cubiertos ante esa posibilidad». Este margen sumado a que varias comunidades autónomas pretenden volver a emitir en los mercados en lugar de pedir dinero al Estado hace «más probable que haya revisiones a la baja que al alza» en la estimación de emisiones de deuda.

Las mayores dudas de los analistas, con todo, residen en la política fiscal y las medidas que adoptará el nuevo Gobierno. San Basilio quiso lanzar un mensaje tranquilizador a los mercados y a Bruselas. Así, aseguró que el Ejecutivo «no va a romper» los compromisos de reducción del déficit que se fijen con la Comisión Europea, así como que los presupuestos del Estado para el 2020 estarán «alienados» con estos compromisos y que su «deseo» es que no obliguen a emitir más deuda de la prevista, a pesar del aumento del gasto que previsiblemente contemplarán. Por todo ello, se mostró confiado en que la formación del Gobierno será bien recibida por el mercado.

ESTRATEGIA CONTINUISTA / La estrategia del Tesoro para el 2020 es también «continuista», a la espera de contar con unas nuevas cuentas del Estado. Así, incluye un préstamo de 13.800 millones a la Seguridad Social para pagar las pensiones, la cifra incluida en los presupuestos del 2018 del Gobierno del PP que han sido prorrogados.

Asimismo, recoge una partida algo inferior a los 10.000 millones para atender las necesidades de financiación netas (después de amortizaciones) de las comunidades autónomas y las corporaciones locales. Las cifras finales dependerán del presupuesto que el nuevo Gobierno tratará de aprobar.