El dato de ventas de viviendas nuevas en EEUU, peor de lo esperado, fue la causa de que las bolsas europeas se contagiaran del cambio de tendencia del mercado neoyorquino. Las ventas se extendieron por los parquets a ambos lados del Atlántico. El Ibex, que ya a primera hora había perdido los 9.500 puntos, acabó cediendo el 0,79%, con Telefónica resistiendo. En el mercado de divisas, el dólar continuó debilitándose, mientras que en el de materias primas, el petróleo se mantuvo en máximos, después de que se confirmara que la OPEP no alterará los niveles de producción.

La renta variable estadounidense pasó sin pestañear del verde al rojo nada más conocerse el nuevo dato de viviendas, a pesar de la favorable evolución de los pedidos de bienes duraderos y de las peticiones semanales de desempleo, cifras que, por otro lado, hay que matizar. Si bien es cierto que el dato de subsidios por paro fue mejor de lo esperado, aún continúan a niveles muy elevados, mientras que el aumento de los pedidos viene precedido de una fuerte revisión a la baja del dato anterior.

En el ánimo inversor también pesó el aumento de la rentabilidad que están experimentando los bonos. Los inversores, de hecho, interpretan esta subida como una amenaza para la recuperación ya que incrementa los costes de la financiación de las empresas.

Con la referencia del Eurostoxx, que se apuntó un descenso del 0,85%, los mercados europeos se vieron lastrados por títulos como Saint Gobain (-6,56%) e ING (-5,87%). Por el lado de las ganancias destacaron Sanofi-Aventis, que repuntó el 1,4%, y France Télécom, que subió el 0,99%.

En el selectivo español, a excepción de Telefónica, que consiguió aguantar el embate de las ventas y acabó subiendo el 0,73%, el resto de los grandes perdieron puestos. Santander cayó el 0,79%; Repsol, el 0,96%; el BBVA, el 2,27%; e Iberdrola, el 0,98%. Popular, Ferrovial e Inditex también restaron valor a sus acciones por encima del 2%.