Las empresas de trabajo temporal (ETT) sufren la que califican como la peor crisis de su historia, que empezó con su legalización en 1994. Los descensos de facturación y de colocaciones del orden del 40% en los últimos meses han llevado al sector a cerrar unas 300 oficinas en toda España en un intento por reducir los costes y mejorar su situación financiera, según indicaron fuentes de las ETT.

Las más de 1.600 sucursales de empleo temporal que había en España hasta mediados del año pasado pueden haberse reducido a unas 1.300, según las primeras estimaciones. El presidente de la Asociación de Grandes ETT (Agett), Francisco Aranda, asegura que las empresas se han visto obligadas a realizar una "optimización" de sus recursos, aunque afirma que todavía no disponen de datos cerrados sobre la evolución de la red de oficinas.

RECORTE DE PLANTILLAS Nadie se atreve a cuantificar la reducción de plantilla, pero fuentes del sector dan por descontado un recorte en las 7.000 personas que forman el personal de estructura de las compañías.

El caso de la ETT que encabeza el mercado, Adecco, da una idea del calado del ajuste. En los últimos meses, la compañía ha cerrado unas 70 oficinas, el 10% de su red, hasta quedarse con unas 400 ahora, según Joan Ferrer, responsable del negocio en la zona mediterránea. Randstad, otra de las grandes ETT, registró en el 2008 unos ingresos de 1.144 millones, con un descenso del 5% en el conjunto del año y del 21% en el cuarto trimestre.

En el 2008, las ETT sufrieron un descenso de los contratos realizados (2,2 millones) del 16,7%. Por ello, el sector también tiene su carta a los reyes para el Gobierno. Las ETT consideran urgente revisar la regulación y permitir a estas empresas que cubran puestos en sectores hasta ahora vetados, así como la consideración como agencias colaboradoras con el servicio público de empleo.