Las bolsas europeas, a excepción de Londres, se decantaron nuevamente por las subidas, siguiendo la estela marcada por Wall Street la víspera. Sin embargo, hubo menos euforia que en el mercado estadounidense tras conocer los detalles del plan de Obama. Parece que los inversores europeos esperan que se produzcan otros acontecimientos que aporten optimismo a este lado del Atlántico, quizá la cumbre del G-20 puede ser una referencia a tener en cuenta.

Ayer volvió la calma a Wall Street, con una apertura bajista que sirvió para atemperar la evolución de los mercados en Europa. Así, el Ibex subió un moderado 0,47%, y aunque tanteó los 8.000 puntos, lo cierto es que cerró por debajo (7.989,5 puntos). Sumó, en todo caso, la undécima jornada consecutiva en verde gracias al tirón de la banca.

Todavía se dejaron notar los coletazos del plan estadounidense para la banca y el sector financiero fue un día más el encargado de impulsar las cotizaciones en el indicador, cuyas pérdidas anuales se limitan ahora al 13%. Para ver subir al Ibex 11 sesiones seguidas, hay que remontarse a la primera semana de febrero del 2005.

Por lo que se refiere a los valores, cabe destacar la evolución del Banco Popular. Se convirtió en uno de los títulos más alcistas, al mejorar el 3,21%. Solo Gas Natural, con una espectacular subida del 10,45%, consiguió superarlo. El BBVA también fue de los animadores en el sector financiero, con un repunte del 2,06%. Sabadell subió el 1,84%. Bankinter y Banesto avanzaron el 1,45% y el 1,13%, respectivamente. El Santander fue el menos decidido, al rebotar un tímido 0,55%. Entre el resto de grandes valores, solo Telefónica cerró en positivo (0,33%). Por su parte, Repsol e Iberdrola bajaron el 0,15%.

La peor parte se la llevo Mapfre, que retrocedió cerca del 3%. Acciona e Indra también vieron cómo sus acciones fueron las más penalizadas, al registrar recorte de más del 2% en ambos casos.