El euro superó ayer por primera vez el umbral de los 1,43 dólares, en el marco de la desaceleración económica en Estados Unidos y de una posible falta de acuerdo entre los ministros de Finanzas del G-7. La depreciación del dólar será uno de los temas de la reunión que hoy celebrarán en Washington los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G-7 (EEUU, Italia, Alemania, Francia, Japón, Canadá y Reino Unido) y del encuentro anual del Banco Mundial y el FMI que será también este fin de semana.

La moneda europea llegó a 1,4310 dólares, aunque el Banco Central Europeo (BCE) estableció el cambio oficial en 1,4299 dólares. Así, ha subido el 14% en un año frente al dólar. En relación con su paridad inicial, fijada el 31 de diciembre de 1998 a 1,1665 dólares, el alza es del 22%. Según un estudio de la asociación de industriales de EEUU publicado ayer, la depreciación del dólar se agudizará aún más a lo largo del 2008.

DESCENSOS A LA VISTA La evolución del dólar se vio perjudicada por la publicación el miércoles en EEUU de dos indicadores que confirmaron las dificultades del mercado inmobiliario: la construcción de viviendas bajó más del 10% en septiembre y los permisos de construcción cayeron más del 7%.

La persistente depreciación del dólar es un "movimiento razonable", si se tiene en cuenta la perspectiva de descensos en los tipos de interés en EEUU para los próximos meses, en contraste con la expectativa de estabilidad del precio del dinero en la zona euro, según Pablo Guijarro, analista de Analistas Financieros Internacionales. Mientras persista esta tendencia de la política monetaria en EEUU, junto con un déficit por cuenta corriente superior al 5,5% del producto interior bruto (PIB), "lo normal es que el dólar se mantenga débil en el futuro", según Guijarro.

Para la economía española, la apreciación del euro tiene un doble efecto. Por un lado es negativa, al perjudicar las exportaciones fuera de la zona euro (el 40%), y por otro es positiva, en la medida en que compensa el encarecimiento del petróleo. Este doble efecto "es más positivo que negativo" según Guijarro. En la misma línea, el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, opina que la actual apreciación el euro es "una bendición" para la economía española.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, reiteró lo que ya dijo el miércoles: el euro está en su nivel apropiado y el dólar aún se debería depreciar más.