El euro prosigue su imparable carrera alcista frente al dólar. Ayer superó la cota de 1,39 dólares por primera vez en su historia debido a las expectativas de que la Reserva Federal, el banco central de EEUU, decida la semana que viene bajar el precio del dinero, situado desde el 29 de junio del año pasado en el 5,25%. En el mercado de divisas, el euro batió a última hora de la tarde de ayer todos sus récords al llegar a 1,3910 unidades frente al billete verde de EEUU en una sesión en la que encadenó un máximo tras otro. La divisa europea ganó posiciones desde los primeros compases de la negociación, cuando superó su anterior récord alcanzado el pasado 24 de julio, 1,3853 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) estableció un cambio oficial de 1,3885 dólares, frente a los 1,3824 del martes.

MENOR DIFERENCIAL Las perspectivas de que se reduzca el diferencial de los tipos de interés entre EEUU y la zona del euro, que se sitúan en el 4%, han contribuido a la apreciación de la moneda comunitaria.

Además, el presidente del BCE, cuyo consejo de gobierno acordó la semana pasada mantener invariable el precio del dinero, ha apuntado en más de una ocasión que puede haber nuevas subidas en los próximos meses, una vez amaine el temporal que se ha desatado en los mercados financieros por la crisis hipotecaria en EEUU. Este incremento hace potencialmente más atractivos los activos denominados en la divisa europea.

Las declaraciones del secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, de que la crisis financiera todavía durará un tiempo, acabaron por agrandar el castigo propinado al dólar. Los indicadores económicos apuntan hacia una desaceleración en la primera economía mundial. Otro apoyo para la moneda única fue la estimación de ventas de viviendas en EEUU de la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces, que anticipa una reducción del 8,6% este año respecto del 2006, debido en gran parte a las turbulencias en el mercado de hipotecas.

El nuevo récord del euro es una mala noticia para las empresas europeas que exportan al área del dólar, ya que sus productos registran un encarecimiento. Afecta, por ejemplo, a los fabricantes alemanes e italianos de automóviles. En cambio resulta atractivo viajar a EEUU y otros países con el dólar como referencia, ya que el coste de la vida se abarata en términos comparativos. Un indicador como el Big Mac index, elaborado por la revista The Economist y que toma como referencia este tipo de hamburguesa de McDonalds que se comercializa en todo el mundo, teniendo en cuenta los niveles de vida de cada país, revela una sobrevaloración del euro respecto al dólar del 20%.

Ese bocadillo global, cuyo precio en España es hoy de 3,20 euros, cuesta en EEUU unos 3,41 dólares, o lo que es lo mismo, el equivalente a 2,45 euros. Para un estadounidense, en cambio, la misma hamburguesa comprada aquí y traducida a su moneda, le costará 4,7 dólares.

En lo que va de año, el euro ha ganado más del 5% frente al dólar, después de que el BCE elevara los tipos de interés en marzo y en junio un total de 0,50 puntos, hasta el 4% actual. La Reserva Federal mantiene el precio del dinero en el 5,25% desde junio del 2006. Algunos expertos prevén que el euro superará en breve los 1,40 dólares.