El euro logró estabilizarse ayer en la cota de los 1,08 dólares en una jornada de inmensa tranquilidad en los mercados cambiarios. El Banco Central Europeo (BCE) fijó un cambio de 1,0853 euros.

Los datos sobre la inflación en la unión monetaria contribuyeron a la calma, ya que el índice de precios de consumo (IPC) armonizado del mes de marzo se mantuvo en el 2,4%. España, situada en una tasa anual del 3,7%, redujo su diferencial con la inflación media de la unión económica y monetaria (UEM) una décima, hasta los 1,3 puntos.

La estabilidad del euro está relacionada también con los datos macroeconómicos, que sugieren que la recuperación de la economía de Estados Unidos costará más de lo previsto. La inflación en la primera economía del mundo subió en marzo el 0,3%, con lo que la tasa interanual se eleva hasta el 3%.

CIERTO OPTIMISMO

Este dato, unido al incremento de la construcción de viviendas apunta a un cierto optimismo sobre la situación económica y da margen de maniobra al banco central del país, la Reserva Federal, para bajar más los tipos de interés.

Las bolsas, por su parte, experimentaron una sesión agridulce. La jornada en Europa comenzó con un tono muy positivo, que se desinfló hasta acabar en números rojos a medida que se confirmaban las pérdidas de Wall Street. El índice selectivo de la bolsa española, el Ibex 35, retrocedió el 0,88%, hasta acabar en 6.503,10 puntos.

RUEGO A LA OPEP

El director general de la Agencia Internacional de la Energía, Claude Mandil, pidió ayer a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que sea cautelosa antes de recortar su producción. El cártel quiere aprobar una reducción de oferta durante una reunión prevista para el día 24 con el objeto de sostener los precios.